Las varices son una afección común, especialmente entre mujeres, aunque también afectan a muchos hombres. Se trata de venas hinchadas y retorcidas que aparecen sobre todo en las piernas, causadas por un mal funcionamiento del sistema venoso. Su origen puede ser genético, pero también están relacionadas con hábitos cotidianos como pasar mucho tiempo de pie o sentado, llevar ropa ajustada o usar calzado poco adecuado. Los síntomas, que van desde la pesadez hasta calambres o inflamación, pueden llegar a dificultar la vida diaria si no se tratan a tiempo.
Aunque lo más recomendable es acudir a un especialista vascular para un diagnóstico preciso, lo cierto es que hay muchas formas de mejorar esta condición con pequeños cambios en el estilo de vida. El ejercicio regular, una dieta equilibrada y ciertos cuidados como el uso de medias de compresión o la elevación de piernas pueden marcar una gran diferencia. Y ahora, se ha sumado un aliado inesperado pero muy poderoso en esta lucha, y se trata de una semilla que ha demostrado tener un impacto positivo en la salud venosa, que es nada menos que el cacao puro.
1Una semilla con propiedades antioxidantes que combaten las varices

Las varices pueden encontrar un gran enemigo en el cacao puro. Esta semilla, conocida por su uso en chocolates y postres, contiene un perfil nutricional impresionante, ya que es rica en magnesio, hierro, manganeso y fibra, además de tener un alto contenido en flavonoles y polifenoles, dos compuestos con gran poder antioxidante. Estos elementos ayudan a fortalecer los vasos sanguíneos y reducir la inflamación, factores clave para mantener las venas en buen estado.
Varios estudios científicos avalan sus beneficios, entre eso, algunas investigaciones publicadas en revistas como Nutrients o The Journal of Nutrition han demostrado que el consumo de cacao está asociado a una mejora en la circulación sanguínea, una menor presión arterial y un fortalecimiento general del sistema cardiovascular. Estos efectos son especialmente útiles para quienes padecen varices, ya que favorecen una mejor oxigenación de los tejidos y evitan el estancamiento de sangre en las extremidades.