Enviar fotos por WhatsApp es una acción tan cotidiana que apenas pensamos en las consecuencias que tiene para nuestro teléfono. Esa imagen, un meme, una felicitación… pulsa reenviar y listo. Lo que muchos no saben es que ese simple gesto, repetido cien veces al día en los grupos familiares, de amigos o del trabajo, está consumiendo el espacio libre de su móvil de una forma silenciosa y alarmante. Es una sangría constante de gigas que pasa desapercibida hasta que aparece el temido aviso de «Almacenamiento casi lleno».
La mayoría achaca la falta de espacio a las apps o a las fotos que uno mismo hace con la cámara. Pero el verdadero culpable, o al menos uno de los mayores contribuyentes, se esconde en los ajustes de esa popular aplicación de mensajería que todos usamos a diario. ¿Sabías que cada foto o vídeo que te llega, y que tú reenvías, podría estar ocupando tu memoria tres veces? Existe una configuración clave, un par de interruptores mal colocados, que están provocando este embudo y que, si los cambias ahora mismo, te permitirán recuperar una cantidad sorprendente de gigas que dabas por perdidos.
1EL ORIGEN DEL DESCONTROL: LA AUTODESCARGA SILENCIOSA
El primer gran responsable de que tu móvil esté siempre al borde del colapso es una función que, irónicamente, fue diseñada para hacernos la vida más fácil: la descarga automática de archivos multimedia. Por defecto, cuando alguien te envía una foto, un vídeo, un audio o un documento por WhatsApp, la aplicación lo baja directamente a tu teléfono tan pronto como te conectas a internet, ya sea por datos móviles o por Wi-Fi. La idea es que no tengas que esperar a descargarlo manualmente cuando quieras verlo, pero el coste es alto en términos de espacio.
Esta función, pensada para que veamos los archivos al instante, convierte cada chat en una aspiradora de gigas si no le ponemos freno. Cada meme chorra, cada vídeo de «gatitos graciosos», cada «buenos días» con florecitas que circula por los grupos, aterriza automáticamente en la memoria de tu dispositivo sin que tú hayas pedido expresamente guardarlo. Multiplica esto por la cantidad de grupos y contactos que tienes, y entenderás por qué el almacenamiento de tu teléfono desaparece a una velocidad de vértigo.