Cuando tu serie o película favorita de Netflix empieza a verse pixelada, lo primero que piensas es que la conexión a internet te está jugando una mala pasada. Es el reflejo inmediato: la imagen se rompe, los detalles desaparecen, y automáticamente te frustras pensando que tu wifi no da para más, o que la fibra no es tan rápida como prometían, lo que lleva a la mayoría a reiniciar el router o hacer tests de velocidad sin encontrar una solución aparente al problema visual que estás experimentando justo ahora.
Esa frustración de una imagen borrosa, casi irreconocible, justo en el momento álgido de la trama, es algo que hemos vivido muchos, creyendo firmemente que la saturación de la red o un problema con el operador es la causa directa de que la calidad visual se desplome de esa manera tan irritante. Sin embargo, a menudo, el origen del problema está mucho más cerca de lo que imaginas, oculto en un rincón de tu propia configuración, esperando a ser descubierto y ajustado para devolverle la nitidez a tu experiencia de visionado.
4¿POR QUÉ ESTE AJUSTE MATA LA NITIDEZ EN NETFLIX?

El problema de la pixelación, cuando no es culpa directa de una conexión inestable o lenta, suele estar en que este ajuste de calidad de reproducción está configurado en un nivel demasiado bajo para lo que tu conexión podría manejar o para lo que esperas ver en tu pantalla de alta definición. Si tienes tu perfil configurado en ‘Bajo’ o ‘Medio’, Netflix simplemente no te enviará la señal de video en HD o 4K, sin importar que tengas la fibra más rápida del mercado contratada en tu hogar. Aunque tu conexión de fibra óptica vuele, si el ajuste de tu perfil de Netflix está en ‘Bajo’ o ‘Medio’, la plataforma no intentará siquiera enviar la señal en HD o 4K, limitándose a la calidad configurada y provocando esa frustrante pixelación que tanto te molesta.
Incluso si tu conexión es más que suficiente para reproducir contenido en la máxima calidad posible, si el ajuste del perfil está limitado, Netflix honrará esa limitación, enviando una transmisión de menor calidad que resulta en una imagen borrosa o pixelada, aniquilando la nitidez que debería ofrecer la plataforma. Un perfil configurado para bajo consumo de datos implica que la imagen será menos detallada, una limitación autoimpuesta que anula la ventaja de tener una buena conexión a internet para disfrutar de Netflix en su máximo esplendor visual posible.