Las gachas de avena se han convertido en una de las opciones más saludables y reconfortantes para comenzar el día. Aunque durante años estuvieron asociadas a tradiciones anglosajonas, cada vez más hogares en España las han adoptado con su propio giro, con ingredientes frescos, productos locales y, sobre todo, frutas de temporada. Esta receta no solo es deliciosa, sino que también permite jugar con los sabores y texturas, haciendo de cada desayuno una experiencia distinta.
En su versión al estilo español, las gachas de avena se enriquecen con detalles como la canela, un chorrito de aceite de oliva virgen extra o incluso miel artesanal. Al incorporar frutas como higos, cerezas, melocotones o albaricoques, dependiendo la época del año, se obtiene un plato colorido, saciante y lleno de nutrientes. Ideal para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al placer de una buena comida.
2Paso a paso para unas gachas perfectas

Para comenzar, en un cazo pequeño se mezclan los copos de avena, la leche, la pizca de sal y la canela. Se lleva a fuego medio y se remueve constantemente durante unos 7-10 minutos, hasta que las gachas de avena alcancen una textura cremosa. Es importante no dejar de remover para evitar que se peguen al fondo. Si se desea una consistencia más líquida, simplemente se añade un poco más de leche.
Una vez listas, se retiran del fuego y se endulzan con la miel o el sirope de dátil. Se vierten en un bol y se decoran con las frutas de temporada troceadas, el yogur y los frutos secos. Las gachas de avena se pueden tomar calientes o dejar enfriar un poco, según la preferencia. Incluso es posible prepararlas la noche anterior y conservarlas en la nevera para una versión más fresca al día siguiente.