jueves, 19 junio 2025

El pueblo costero cerca de San Sebastián donde el pescado a la brasa sabe mejor que en ningún otro lugar

San Sebastián es, sin duda, uno de los epicentros gastronómicos de Europa. Sus bares de pintxos, sus chefs con estrellas Michelin y su devoción por la buena mesa lo han convertido en destino de culto para los amantes de la cocina. Sin embargo, más allá de sus fronteras urbanas, hay un rincón costero que guarda un secreto que los locales conocen bien, pues a apenas 20 minutos en coche, se encuentra un pequeño pueblo pesquero donde el pescado a la brasa no tiene rival.

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A los pies del mar Cantábrico y con una tradición marinera que se respira en cada esquina, este enclave cercano a San Sebastián ha convertido la parrilla en un arte. Aquí, comer pescado no es simplemente una elección gastronómica, es una experiencia sensorial que comienza con el aroma a leña y termina con un bocado jugoso que sabe a mar y fuego. La calidad del producto, la maestría en la brasa y el respeto a la tradición explican por qué tantos viajeros se desvían de San Sebastián para venir a comer aquí.

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La frescura de este pescado marca la diferencia

Fuente: Pexels

San Sebastián está rodeada por una costa rica en pesca, pero en Getaria la cercanía al puerto se convierte en una ventaja insuperable. Aquí, el pescado llega cada mañana directamente desde las embarcaciones a las cocinas de los asadores. La frescura es tan extrema que muchas veces lo que se sirve en la mesa fue capturado esa misma madrugada.

Los restaurantes de Getaria han sabido mantener ese vínculo con el mar. Los clientes no solo disfrutan de un producto de primera, sino que también pueden ver cómo se asa el pescado en plena calle, en parrillas abiertas que se han convertido en símbolo del pueblo. A diferencia de algunos establecimientos de San Sebastián donde la cocina está oculta, en Getaria el fuego y el humo son parte del espectáculo. Comer allí es, literalmente, una inmersión en la cultura vasca más auténtica.

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