viernes, 20 junio 2025

El pueblo costero cerca de San Sebastián donde el pescado a la brasa sabe mejor que en ningún otro lugar

San Sebastián es, sin duda, uno de los epicentros gastronómicos de Europa. Sus bares de pintxos, sus chefs con estrellas Michelin y su devoción por la buena mesa lo han convertido en destino de culto para los amantes de la cocina. Sin embargo, más allá de sus fronteras urbanas, hay un rincón costero que guarda un secreto que los locales conocen bien, pues a apenas 20 minutos en coche, se encuentra un pequeño pueblo pesquero donde el pescado a la brasa no tiene rival.

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A los pies del mar Cantábrico y con una tradición marinera que se respira en cada esquina, este enclave cercano a San Sebastián ha convertido la parrilla en un arte. Aquí, comer pescado no es simplemente una elección gastronómica, es una experiencia sensorial que comienza con el aroma a leña y termina con un bocado jugoso que sabe a mar y fuego. La calidad del producto, la maestría en la brasa y el respeto a la tradición explican por qué tantos viajeros se desvían de San Sebastián para venir a comer aquí.

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Una experiencia para todos los sentidos

Fuente: Pexels

San Sebastián enamora por su elegancia, pero Getaria seduce por su autenticidad. El simple paseo por sus callejuelas empedradas, flanqueadas por casonas de piedra y balcones con flores, ya merece la visita. Si a eso se suma una comida frente al mar, con el sonido de las olas y el crepitar de las brasas como banda sonora, el recuerdo se vuelve imborrable.

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Además del pescado a la brasa, Getaria ofrece txakoli, un vino blanco local ligeramente espumoso que marida a la perfección con los sabores del mar. Y aunque muchos visitantes vienen desde San Sebastián solo a comer, vale la pena quedarse un poco más y descubrir su casco histórico, su puerto y su museo dedicado a Juan Sebastián Elcano. Al final, lo mejor de San Sebastián está justo al lado, en ese rincón donde el fuego convierte el pescado en magia.

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