‘Supervivientes 2025’ ha llegado a su gran final y ya tiene vencedor: Borja González. El valenciano se ha alzado con el título tras semanas de resistencia física, emocional y social en una de las ediciones más exigentes del reality. El premio, más allá del reconocimiento mediático y del cariño del público, también incluye una generosa recompensa económica que muchos espectadores se preguntan cuánto realmente representa una vez aplicadas las obligaciones fiscales. Y es que, como suele ocurrir en este tipo de concursos, el premio tiene un precio pero Hacienda no se queda fuera de la ecuación.
Borja ha recibido un cheque de 200.000 euros por parte de Mediaset tras proclamarse campeón de ‘Supervivientes 2025’. Una suma considerable que, sin embargo, no llegará íntegra a sus manos, ya que el dinero que se obtiene por participar y ganar en este tipo de programas cuenta como rendimiento del trabajo o ingreso general dentro de la declaración de la renta. Por lo tanto, está sujeto a la correspondiente retención del IRPF. En su caso, tras los cálculos pertinentes, el monto neto que podrá disfrutar se estima en unos 160.000 euros. Aun así, el ganador ya tiene claro en qué lo invertirá: una vivienda para él y su pareja, cumpliendo así una promesa personal.
3La otra cara del premio de ‘Supervivientes 2025’
Más allá del dinero, ‘Supervivientes 2025’ ofrece una plataforma mediática difícil de igualar. Para Borja González, este triunfo no solo significa llevarse 160.000 euros netos, sino también posicionarse como un rostro conocido para futuras colaboraciones, entrevistas o incluso proyectos profesionales dentro del mundo de la televisión. En muchos casos, los concursantes aprovechan su paso por el programa para dar un giro a sus carreras, iniciar negocios o consolidar su imagen pública.
Así, aunque Hacienda se lleve una parte del premio, lo cierto es que ganar ‘Supervivientes 2025’ puede tener efectos duraderos. La popularidad ganada y la posibilidad de diversificar ingresos futuros convierten esta victoria en algo más que una recompensa económica. Es, en muchos sentidos, un nuevo comienzo. Y para Borja, que ha logrado llegar hasta el final enfrentando retos físicos y emocionales, el premio va más allá de una cifra; es más bien la validación de su esfuerzo y la puerta abierta a nuevas oportunidades.
