El mal aliento, especialmente por la mañana, es una molestia común a la que muchos restan importancia. Al fin y al cabo, es habitual despertarse con la boca seca y con un aliento no precisamente fresco, sobre todo si se ha dormido con la boca abierta. Sin embargo, la divulgadora científica Boticaria García advierte que no siempre se trata de algo inocente, ya que en ciertos casos, el mal aliento puede ser un síntoma temprano de enfermedades más serias y prevalentes, como la diabetes o patologías renales y hepáticas.
Lo primero que debemos considerar ante el mal aliento es si nuestra higiene bucodental es adecuada. Cepillarse bien los dientes, usar hilo dental y enjuague bucal son medidas básicas que a menudo se descuidan. Pero si el mal aliento persiste incluso con una limpieza correcta, entonces es momento de prestar más atención. Según Boticaria García, es posible que ese aliento desagradable esté intentando alertarnos de algo más profundo en nuestro organismo.
3Puedes prevenir el mal aliento con hábitos saludables

El mal aliento no siempre se puede prevenir, pero mantener unos hábitos saludables puede reducir considerablemente su aparición. Los dentistas recomiendan cepillarse los dientes después de cada comida con una pasta con flúor, usar hilo dental e incluso un irrigador bucal para eliminar los restos más difíciles. Estas rutinas no solo previenen la halitosis, sino también enfermedades bucodentales más serias.
Además, hay que tener en cuenta el impacto de factores como el tabaco o ciertos alimentos muy aromáticos. Fumar, por ejemplo, reseca la boca y contribuye a la proliferación de bacterias que generan mal olor. Por eso, la prevención del mal aliento empieza mucho antes de que aparezca; empieza en la forma en la que comemos, bebemos, respiramos y nos cuidamos día a día. El mal aliento puede ser una simple consecuencia de una mala noche de sueño o una señal de que algo no va bien en nuestro cuerpo, así que no creas que es algo normal, y si persiste, visita un experto.