La reconfiguración del mapa mediático español ha dado un giro inesperado que ha alterado los equilibrios tradicionales entre medios privados y públicos. La negativa de Joseph Oughourlian, presidente del fondo Amber Capital y propietario de Prisa, a apadrinar una televisión de corte gubernamental impulsada por José Miguel Contreras ha obligado a La Moncloa a replantear su estrategia comunicativa.
Como resultado, el Gobierno ha optado por concentrar sus esfuerzos en politizar intensamente la programación de RTVE, especialmente en su primer canal, La 1. El proyecto alternativo de una nueva televisión progresista quedó congelado tras la negativa de Prisa, y eso ha permitido a La Moncloa mover ficha directamente en TVE.
La 1 se ha convertido en una maquinaria informativa con cuatro horas y media diarias de contenido político. El aumento no se limita a los informativos tradicionales ni a ‘La hora de La 1’, sino que se extiende con fuerza al mediodía, gracias a la nueva apuesta de la cadena: ‘Mañaneros 360’.
Este programa sucesor de ‘Mañaneros’ ha logrado un éxito significativo, convirtiéndose en un arma eficaz de desgaste contra ‘Al rojo vivo’ que comanda el influyente Antonio García Ferreras. La competencia directa ha supuesto una ligera pérdida de audiencia para la tertulia de Atresmedia.
En paralelo, RTVE ha conseguido revitalizar su sobremesa con ‘Malas lenguas’, un espacio conducido por Jesús Cintora (anteriormente defenestrado de TVE por presiones políticas) que ahora ha regresado por la puerta grande. El programa ha sustituido con éxito al fallido ‘La familia de la tele’ y ha logrado incluso una extensión en La 2, donde Cintora y su equipo combinan actualidad y humor con un tono marcadamente político.
LOS TRES TENORES
Juntos conforman una suerte de ‘pinza’ estratégica que está moldeando el contenido de RTVE al gusto del entorno de La Moncloa y la izquierda transformadora. Pablo Iglesias ha jugado un papel crucial en la reconfiguración de RTVE, especialmente gracias al voto decisivo de Podemos al cese del anterior Consejo de Administración que se había mostrado reticente a las directrices del Gobierno.

Este impulso mediático tiene tres nombres clave: José Miguel Contreras, José Pablo López y Pablo Iglesias. El primero, veterano productor televisivo y mano derecha de Pedro Sánchez en lo audiovisual; el segundo, actual presidente de RTVE, obsesionado con la audiencia; y el tercero, exlíder de Podemos, exvicepresidente del Gobierno y actual tertuliano estrella en la televisión pública.
A los tres les unen varias cosas, entre ellas la aversión a La Sexta. Contreras fue creador y CEO del canal, pero acabó en guerra contra Atresmedia tras su decisión en 2021 de comenzar a producir una tertulia que comenzó a competir contra ‘Al rojo vivo’, ‘Las cosas claras’.
José Pablo López fue adjunto a Contreras en La Sexta, y tras dirigir Trece y Telemadrid pasó a ser director de Contenidos de RTVE y, tras su cese en marzo del pasado año, fue rescatado como presidente de la Corporación pública. La sintonía entre el directivo malagueño y la actualidad dirección de Atresmedia es inexistente.
Iglesias, por su parte, tuvo un gran protagonismo en La Sexta en los inicios de Podemos, pero acabó protagonizando una brutal bronca contra Antonio García Ferreras, al que ataca en cada tertulia al vincularlo con el excomisario José Manuel Villarejo y al que sitúa como ejemplo del «periodismo de cloaca».
EL CANAL RED DESEMBARCA EN RTVE
Con la entrada del nuevo equipo liderado por López, se ha abierto la puerta a una mayor presencia de voces vinculadas a Podemos y su órbita. Tertulianos como Manu Levín, Laura Arroyo o Raúl Sánchez Cedillo (que forman parte del Canal Red fundado por el propio Iglesias) e han convertido en caras frecuentes en los espacios de debate de TVE.
Además, José Pablo López se ha rodeado de colaboradores cercanos a Iglesias. Roberto Lakidain, exconsejero de RTVE, sindicalista y afín a Podemos, ha sido nombrado director de Desarrollo Corporativo y Servicio Público. Lakidain ocupa uno de los puestos con mayor poder interno en la Corporación.
También se ha incorporado al círculo cercano Mariano Muniesa, locutor musical y consejero propuesto por Podemos, que actúa como uno de los principales enlaces entre la dirección y el partido de Ione Belarra. Sumar, la formación liderada por Yolanda Díaz, observa esta deriva con incomodidad. Aunque formalmente participa en la dirección de RTVE, lo hace de forma marginal. Su única representante destacada en el Consejo de Administración es Maite Martín.
La influyente exconsejera de Comisiones Obreras tampoco está demasiado alejada de las tesis de Podemos. Su peso real, sin embargo, es limitado frente a la hegemonía de Iglesias en los contenidos. Cabe destacar que el hijo de Maite Martín, Santiago Jiménez, fue jefe de gabinete del propio Iglesias durante su paso por el Gobierno.
Con estos movimientos, el Gobierno ha logrado colocar a TVE como un contrapeso directo a Atresmedia, en especial a La Sexta. En esta nueva batalla por la hegemonía del relato político, Ferreras ha perdido el monopolio del análisis progresista, y TVE se posiciona como el nuevo motor de opinión.