martes, 15 julio 2025

Un reputado farmacéutico advierte del mal uso que hacemos del Omeprazol: «No es un protector estomacal»

El omeprazol se ha convertido en uno de los medicamentos más consumidos en España. Se le conoce popularmente como “protector estomacal”, un apodo que ha alimentado su uso indiscriminado, muchas veces sin justificación médica. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2022 se dispensaron más de 50 millones de envases de este fármaco, lo que equivale a prácticamente una caja por cada ciudadano. Pero, ¿realmente estamos tan enfermos del estómago o es que lo estamos usando mal?

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El farmacéutico malagueño Pablo García, conocido en redes como @medicadoo, lleva años desmintiendo mitos relacionados con la salud, tanto desde su farmacia como a través de su reciente libro ‘El frío no resfría’. En él dedica varios capítulos a explicar, con rigor científico, por qué el omeprazol no es ese escudo mágico para el estómago que muchos imaginan. Para García, el error empieza desde el propio nombre popular “protector”, un término que ha distorsionado su verdadero uso.

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El omeprazol no es un escudo, es un inhibidor

Fuente: Pexels

El omeprazol es, en realidad, un inhibidor de la bomba de protones. Este mecanismo actúa sobre las células parietales del estómago, reduciendo la producción de ácido clorhídrico. Su función principal es disminuir la acidez gástrica en casos de patologías específicas, como reflujo gastroesofágico, úlceras gástricas o duodenales, o en tratamientos contra la bacteria Helicobacter pylori. Sin embargo, su uso se ha extendido más allá de estas indicaciones.

Uno de los principales errores, según García, es recurrir al omeprazol como si fuera una solución rápida tras una comida copiosa o antes de una noche de fiesta. No solo no tiene sentido desde el punto de vista clínico, sino que puede ser contraproducente. Reducir el ácido gástrico sin necesidad puede dificultar la digestión y alterar el equilibrio natural del estómago. Además, su efecto no es inmediato, sino que tarda horas en hacer efecto, por lo que no sirve como alivio puntual de ardores.

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