En Europa se han encendido las alarmas por la toxoplasmosis en un momento en el que las ensaladas en bolsa se han convertido en una solución rápida y aparentemente saludable, pero que en realidad pueden ser muy perjudiciales para el organismo. Científicos españoles, junto con equipos de otros nueve países, han detectado la presencia del parásito Toxoplasma gondii en el 4,1 % de las bolsas de ensalada analizadas. Este protozoo es el causante de la toxoplasmosis, una infección que, aunque suele pasar desapercibida en personas sanas, puede tener consecuencias muy graves en mujeres embarazadas y pacientes inmunodeprimidos.
Según estudios, uno de cada tres europeos ha estado expuesto al parasito Toxoplasma en algún momento de su vida. La sorpresa del estudio no está en su existencia, sino en el hallazgo de ooquistes en productos que, en teoría, están listos para consumir. El hallazgo, publicado en la revista Eurosurveillance, pone en cuestión la seguridad de alimentos procesados que hasta ahora se consideraban inocuos, y plantea nuevas preguntas sobre los métodos de higienización en la industria alimentaria.
1La toxoplasmosis y su vínculo con las verduras crudas

La toxoplasmosis no solo se transmite por contacto con heces de gato o por el consumo de carne cruda. Las verduras mal lavadas, especialmente las de hoja verde como las que se envasan en bolsas, también son una vía de contagio. El estudio europeo ha puesto el foco en más de 3.000 muestras de ensaladas compradas en supermercados, y el resultado es claro: el parásito Toxoplasma gondii está presente en una de cada 25 bolsas.
España, con un 4,1 % de bolsas contaminadas, se sitúa justo en la media europea. Aunque los expertos aclaran que no se ha confirmado la viabilidad de los ooquistes detectados, la sola presencia de estos elementos, que pueden resistir incluso el lavado industrial, es motivo suficiente para extremar las precauciones, especialmente entre mujeres embarazadas, pacientes con sistemas inmunitarios debilitados y personas mayores.