En Europa se han encendido las alarmas por la toxoplasmosis en un momento en el que las ensaladas en bolsa se han convertido en una solución rápida y aparentemente saludable, pero que en realidad pueden ser muy perjudiciales para el organismo. Científicos españoles, junto con equipos de otros nueve países, han detectado la presencia del parásito Toxoplasma gondii en el 4,1 % de las bolsas de ensalada analizadas. Este protozoo es el causante de la toxoplasmosis, una infección que, aunque suele pasar desapercibida en personas sanas, puede tener consecuencias muy graves en mujeres embarazadas y pacientes inmunodeprimidos.
Según estudios, uno de cada tres europeos ha estado expuesto al parasito Toxoplasma en algún momento de su vida. La sorpresa del estudio no está en su existencia, sino en el hallazgo de ooquistes en productos que, en teoría, están listos para consumir. El hallazgo, publicado en la revista Eurosurveillance, pone en cuestión la seguridad de alimentos procesados que hasta ahora se consideraban inocuos, y plantea nuevas preguntas sobre los métodos de higienización en la industria alimentaria.
3La necesidad de educación alimentaria en el mundo

Más allá del hallazgo científico, el estudio vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de desarrollar una cultura de seguridad alimentaria. La toxoplasmosis es una amenaza silenciosa y subestimada. José Juan Rodríguez, catedrático de la UAB, subraya que el auge de los alimentos saludables, ecológicos o sin aditivos ha crecido más rápido que la conciencia sobre sus riesgos asociados. Los productos más naturales requieren mayores cuidados, pues aunque algo parezca sano, debe manipularse adecuadamente.
La toxoplasmosis puede prevenirse, pero para ello es necesario adoptar buenos hábitos en la cocina. Lavar bien frutas y verduras, cocinar la carne a temperaturas seguras y ser especialmente cuidadoso durante el embarazo no son opciones, sino medidas esenciales. El estudio europeo nos recuerda que incluso los alimentos más cotidianos, como una bolsa de ensalada, pueden esconder riesgos invisibles que no debemos pasar por alto.