La reciente presión de los socios de Gobierno de Pedro Sánchez, con Sumar y Podemos a la cabeza, han obligado a romper cualquier vínculo comercial en materia de Defensa con Israel. En un momento crucial para la modernización de las Fuerzas Armadas españolas, con la ya compleja tarea de encontrar material barato y fuera de la onda estadounidense.
La ruptura con los hebreos complica sobre manera las Defensas antitanque de nuestros carros de combate. Y ahora nuestro ejército de Tierra necesita un sustituto para los misiles antitanque Spike LR2. UN sistema, pilar de la capacidad de infantería y vehículos ligeros, que se acercaba al estándar de calidad que los mandos de nuestro Ejército señalaban, y la posibilidad de una nueva adquisición de tecnología israelí ha quedado, por el momento, totalmente descartada. Este giro obliga al Ministerio de Defensa a acelerar la búsqueda de alternativas, priorizando la soberanía tecnológica y la diversificación de proveedores.
El misil Spike LR2, fabricado por la israelí Rafael Advanced Defense Systems, es un activo valioso por su versatilidad y su eficacia «dispara y olvida». Sin embargo, la tensión diplomática ha impuesto un veto de facto a cualquier futura compra o actualización de material israelí, forzando a España a mirar exclusivamente hacia el mercado europeo y transatlántico. Este escenario, aunque desafiante, podría acelerar la apuesta por una defensa más autónoma y estratégicamente alineada con los socios de la Unión Europea, según indican fuentes cercanas a Defensa.

ABANICO DE CANDIDATOS SIN ORIGEN ISRAELÍ
Con la opción Spike fuera de la mesa, varios contendientes emergen con fuerza para ocupar el vacío que dejarán los sistemas de Rafael. La prioridad es encontrar un misil antitanque de quinta generación que no solo iguale, sino que supere las capacidades del Spike LR2, haciendo frente a los modernos blindajes reactivos y sistemas de protección activa.
El principal favorito y quizás la opción más coherente desde un punto de vista estratégico y de soberanía es el MBDA MMP (Missile Moyenne Portée). Este misil, desarrollado por el consorcio europeo MBDA (en el que España participa indirectamente a través de Airbus), se posiciona como una alternativa robusta. El MMP ofrece capacidades de «dispara y actualiza» y «hombre en el bucle», permitiendo al operador corregir el objetivo en vuelo o abortar la misión. Su versatilidad para atacar no solo tanques, sino también infraestructuras y personal, lo convierte en un sistema multi-rol muy atractivo.
Optar por el MMP no solo reforzaría la base industrial y tecnológica de defensa europea, sino que también aseguraría la cadena de suministro en un momento de incertidumbre geopolítica. Su probado rendimiento y su integración en otros ejércitos europeos, como el francés, suponen un factor de interoperabilidad importante.
Otra opción a considerar, aunque de origen estadounidense, es el icónico Javelin FGM-148, de Raytheon y Lockheed Martin. Este sistema, conocido por su letalidad y su capacidad de ataque por la parte superior (top-attack), ha demostrado su valía en numerosos conflictos. Si bien es un misil más antiguo que el MMP en términos de concepción, sus versiones más modernas incorporan mejoras sustanciales en alcance y capacidad de penetración. La interoperabilidad con las fuerzas de la OTAN es un punto a favor indudable, y la solidez de la relación transatlántica de España con Estados Unidos garantiza la fiabilidad del suministro. Sin embargo, el coste y la no contribución a la autonomía estratégica europea son puntos a evaluar.
Más allá de los sistemas de misiles convencionales, la situación actual podría empujar a España a considerar soluciones más disruptivas y emergentes. La integración de municiones merodeadoras (loitering munitions) en la doctrina antitanque es una posibilidad real. Sistemas como el Switchblade estadounidense o las diversas opciones desarrolladas en Europa y Asia (excluyendo las israelíes como el Hero o el Harop) ofrecen una capacidad única para la detección, seguimiento y ataque de objetivos, con una persistencia en el área que los misiles antitanque tradicionales no poseen.
Su capacidad para operar en entornos complejos y contra objetivos no convencionales podría complementar o incluso sustituir parcialmente la necesidad de un misil antitanque tradicional en ciertos escenarios. No obstante, la curva de aprendizaje y la integración en las estructuras de mando y control son aspectos a desarrollar.

IMPLICACIONES ESTRATÉGICAS
La ruptura de relaciones con Israel no solo cambia la lista de posibles proveedores, sino que subraya la importancia de la autonomía estratégica para España. Depender de un único proveedor, especialmente en un contexto geopolítico volátil, puede generar vulnerabilidades significativas. La inversión en I+D y la cooperación con socios europeos para desarrollar capacidades propias se presenta como una vía prioritaria.
El Ministerio de Defensa español deberá ahora acelerar sus procesos de evaluación, centrándose en factores clave como el coste total del ciclo de vida (adquisición, mantenimiento, entrenamiento), la interoperabilidad con los aliados de la UE y la OTAN, la versatilidad operativa frente a un espectro amplio de amenazas y, crucialmente, la fiabilidad de la cadena de suministro. La decisión no solo impactará en la capacidad militar, sino que también moldeará la política de adquisiciones de defensa de España para las próximas décadas.
La crisis con Israel, aunque dolorosa en el ámbito diplomático, podría ser el catalizador para que España fortalezca su industria de defensa y consolide su posición como actor clave en la seguridad europea. El sucesor del Spike LR2 no solo será un arma; será una declaración de intenciones.