jueves, 10 julio 2025

Google Maps es tu aliado contra los radares DGT, descubre el truco para evitar sorpresas

Google Maps se ha convertido en una herramienta casi indispensable en el día a día de millones de conductores en España, un copiloto digital que no solo te guía hasta tu destino, sino que además te ofrece información vital para un viaje seguro y sin contratiempos inesperados en la carretera. Lejos quedan los tiempos de los viejos mapas de papel o los primeros GPS con actualizaciones engorrosas y pantallas minúsculas, ahora llevamos en el bolsillo una potencia tecnológica capaz de prever el tráfico o, lo que muchos buscan con especial interés, advertirte de la presencia de esos temidos puntos de control de velocidad.

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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha desplegado una red considerable de cinemómetros por toda la geografía nacional, tanto fijos como móviles, con el objetivo declarado de reducir los accidentes y fomentar el cumplimiento de los límites de velocidad. Sin embargo, para el conductor, una multa puede suponer un revés importante para el bolsillo y el permiso de conducir, de ahí el interés por conocer la ubicación de estos dispositivos, y es aquí donde la tecnología, y en particular la información colaborativa que ofrecen plataformas como la del gigante tecnológico, juega un papel fundamental para quienes quieren evitar sorpresas desagradables mientras circulan.

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ENTENDIENDO LA SEÑALIZACIÓN DIGITAL DE LA DGT

Fuente: Freepik

Dentro de la interfaz de Google Maps, los radares fijos suelen aparecer señalizados con un icono específico, a menudo un pequeño círculo naranja o rojo que indica su localización exacta sobre la carretera. Estos puntos son conocidos y su presencia se mantiene constante, formando parte de la red permanente de control de velocidad desplegada por la DGT en puntos estratégicos considerados de riesgo o alta siniestralidad. La precisión en la ubicación de estos puntos estáticos es alta, basada en bases de datos fiables y contrastadas que se actualizan de forma periódica dentro de la propia aplicación de navegación.

Sin embargo, la verdadera utilidad de Google Maps para muchos reside en su manejo de los radares móviles. Estos, por su propia naturaleza, no tienen una ubicación fija y pueden cambiar de sitio según las necesidades operativas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil o las policías autonómicas. Aquí es donde entra en juego la información colaborativa: los usuarios pueden reportar la presencia de un control móvil que acaban de detectar, y esa información, si es confirmada por otros conductores que pasan por el mismo punto, se muestra temporalmente en el mapa para alertar a quienes vienen detrás de la posible presencia de agentes controlando la velocidad en ese lugar.

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