lunes, 23 junio 2025

Multazo de la DGT por el aire acondicionado con el coche quieto el fallo tonto que te deja sin dinero

La DGT y sus normativas siempre generan un considerable revuelo entre los conductores, especialmente cuando se tocan costumbres tan arraigadas como la de mantener el aire acondicionado encendido con el coche detenido, buscando un respiro del calor sofocante o del frío intenso. Sin embargo, este gesto aparentemente inofensivo puede acarrear una sanción económica inesperada, un «multazo» que muchos desconocen y que se basa en la necesidad de proteger tanto los bienes como el medioambiente. Conocer los detalles de esta posible infracción es crucial para evitar sorpresas desagradables y comprender la lógica detrás de la actuación de las autoridades.

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La noticia de que te pueden multar por tener el motor en marcha en una parada prolongada, simplemente para disfrutar del climatizador, puede sonar a leyenda urbana, pero tiene una base real que la DGT y otras administraciones aplican. El quid de la cuestión radica en el tiempo y en la justificación de mantener el vehículo encendido, pudiendo la sanción alcanzar los 100 euros si se demuestra una inactividad prolongada, como el superar los 120 minutos, bajo el paraguas de causar daños innecesarios. Este «fallo tonto», como muchos podrían calificarlo, pone de manifiesto la importancia de estar al día con las regulaciones.

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EL AIRE ACONDICIONADO, ESE PLACER CULPABLE: ¿CUÁNDO CRUZA LA LÍNEA DE LO LEGAL SEGÚN LA DGT?

Fuente Propia

Disfrutar del aire acondicionado o la calefacción con el coche parado es una tentación comprensible, sobre todo en condiciones climáticas extremas que se viven en muchos puntos del país. La DGT no prohíbe el uso del climatizador en sí mismo, sino la práctica de mantener el motor encendido de forma innecesaria y prolongada cuando el vehículo no está circulando. El problema reside en que el sistema de climatización de la mayoría de los coches depende directamente del motor en funcionamiento para operar eficientemente, lo que implica continuar quemando combustible y, por ende, generando emisiones contaminantes y ruido incluso cuando el coche está inmóvil durante un tiempo considerable.

La justificación de la sanción, aludiendo a «daños a los bienes o al medioambiente», subraya la creciente preocupación por el impacto ecológico del tráfico rodado. La postura de la DGT y de las políticas medioambientales es cada vez más restrictiva con las fuentes de polución, y un motor al ralentí durante largos periodos contribuye de manera significativa a la contaminación local del aire y al aumento de gases de efecto invernadero. Aunque el daño individual pueda parecer mínimo, la suma de miles de vehículos incurriendo en esta práctica tiene un efecto acumulativo considerable que las administraciones buscan mitigar con medidas disuasorias como estas multas, que pueden llegar a los 100 euros si se cumplen ciertas condiciones.

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