La DGT y sus normativas siempre generan un considerable revuelo entre los conductores, especialmente cuando se tocan costumbres tan arraigadas como la de mantener el aire acondicionado encendido con el coche detenido, buscando un respiro del calor sofocante o del frío intenso. Sin embargo, este gesto aparentemente inofensivo puede acarrear una sanción económica inesperada, un «multazo» que muchos desconocen y que se basa en la necesidad de proteger tanto los bienes como el medioambiente. Conocer los detalles de esta posible infracción es crucial para evitar sorpresas desagradables y comprender la lógica detrás de la actuación de las autoridades.
La noticia de que te pueden multar por tener el motor en marcha en una parada prolongada, simplemente para disfrutar del climatizador, puede sonar a leyenda urbana, pero tiene una base real que la DGT y otras administraciones aplican. El quid de la cuestión radica en el tiempo y en la justificación de mantener el vehículo encendido, pudiendo la sanción alcanzar los 100 euros si se demuestra una inactividad prolongada, como el superar los 120 minutos, bajo el paraguas de causar daños innecesarios. Este «fallo tonto», como muchos podrían calificarlo, pone de manifiesto la importancia de estar al día con las regulaciones.
4EL ‘FALLO TONTO’ Y LA SANCIÓN DE 100 EUROS: CÓMO EVITAR QUE LA DGT TE DEJE SIN DINERO

Calificar esta infracción como un «fallo tonto» es comprensible desde la perspectiva del conductor que busca un momento de confort, pero la realidad es que las normativas de tráfico, impulsadas por la DGT y otros organismos, buscan proteger intereses colectivos. La sanción de 100 euros, aunque pueda parecer menor para algunos, representa un desembolso evitable si se adoptan hábitos más conscientes y respetuosos con el entorno y la legislación vigente. Para eludir esta multa, la recomendación más obvia es apagar el motor siempre que se prevea una parada que exceda los dos minutos, salvo que las condiciones del tráfico lo impidan o exista una causa de fuerza mayor debidamente justificada.
Existen alternativas para mantener un cierto grado de confort sin necesidad de tener el motor rugiendo innecesariamente. Antes de una parada prolongada, se puede ventilar bien el habitáculo abriendo las ventanillas; buscar estacionamiento en zonas de sombra durante el verano; o utilizar parasoles. En invierno, abrigarse adecuadamente puede ser suficiente para esperas cortas. Estas sencillas acciones no solo evitan posibles multas, sino que también contribuyen al ahorro de combustible y a la reducción del impacto ambiental del vehículo. La DGT insiste en la importancia de la conducción eficiente, que incluye también la gestión inteligente de los sistemas auxiliares del coche como el aire acondicionado o la calefacción, especialmente cuando el vehículo está detenido.