La OCU ha lanzado una alerta que sacude los hábitos más arraigados de los conductores españoles. Esa acción casi automática que realizamos en la gasolinera, ese ritual de parar, abrir el depósito y seleccionar el combustible, podría estar costándonos más dinero del que pensamos. No hablamos de la fluctuación de precios o de la diferencia entre estaciones de servicio, sino de un detalle sutil, una pequeña omisión que, sumada a miles de operaciones diarias, se convierte en un pellizco considerable para el bolsillo del ciudadano y en una práctica que, pese a su aparente inocuidad, merece ser examinada de cerca por su impacto directo en la cartera del consumidor.
Esta advertencia de la OCU pone el foco en la confianza ciega que depositamos en el proceso de repostaje. Estamos acostumbrados a que todo funcione correctamente, a que el surtidor marque lo que debe y a que el cobro sea exacto. Sin embargo, la prisa, el despiste o, simplemente, la falta de costumbre nos llevan a pasar por alto un paso fundamental antes de empezar a llenar el tanque. Es un descuido mínimo en apariencia, pero que abre la puerta a posibles errores o irregularidades que terminamos pagando sin siquiera darnos cuenta, minando esa confianza que debería ser la base de cualquier transacción comercial y evidenciando la necesidad de estar siempre vigilantes, incluso en las tareas más cotidianas.
4LA SOLUCIÓN ESTÁ EN TUS MANOS: UN GESTO SENCILLO
La buena noticia ante esta alerta de la OCU es que la solución para evitar pagar de más por esta práctica es increíblemente sencilla y no requiere de conocimientos técnicos ni de enfrentamientos con el personal de la gasolinera. Se trata simplemente de incorporar un paso adicional, casi instintivo, a tu rutina de repostaje. Antes de siquiera tocar la manguera o de seleccionar el tipo de combustible en las gasolineras automáticas, dedica un segundo a mirar la pantalla del surtidor y verifica que el contador de litros y de precio está marcando cero, completamente a cero, sin ninguna cifra que no sean ceros en la parte inicial.
Este simple gesto de comprobación es tu garantía. Si al mirar ves que el contador no está a cero, por ejemplo, marca 0.01 o 0.02, no empieces a repostar. En ese caso, deberías llamar la atención del empleado si la gasolinera cuenta con personal, o buscar otro surtidor si es una estación de autoservicio. Es un derecho básico del consumidor recibir exactamente por lo que paga y que la medición se inicie correctamente. La OCU insiste en que esta verificación es la medida más eficaz al alcance de todos, una barrera inmediata contra cualquier posible error técnico o mala praxis que pueda traducirse en un cobro indebido, y que te asegura que cada litro que pagas es un litro que efectivamente entra en tu depósito a partir de cero.
