Meta IA ha irrumpido con fuerza en nuestras aplicaciones de mensajería, prometiendo revolucionar la forma en la que interactuamos con nuestros dispositivos. En WhatsApp, su presencia es cada vez más visible; basta con ver un círculo azul en la parte superior de la pantalla para recordar que el asistente virtual está ahí, listo para responder preguntas, resumir textos o incluso editar imágenes. Aunque esta función parece práctica y moderna, lo cierto es que ha comenzado a levantar preocupaciones reales sobre la privacidad, la seguridad y el control del usuario.
La integración de Meta IA no solo afecta a WhatsApp, sino también a otras plataformas como Instagram, Messenger y Facebook. Sin embargo, la mayor polémica se ha centrado en la app de mensajería más utilizada del mundo, donde la invasiva presencia del asistente ha generado rechazo. Detrás de su funcionalidad aparentemente inocente se esconden riesgos que conviene tener muy en cuenta antes de usar esta herramienta todo el tiempo.
2Rendimiento, errores y desinformación de Meta IA
Otro punto clave que debería invitar a la reflexión es el rendimiento del dispositivo. Meta IA no es una función pasiva, ya que permanece activa en segundo plano, incluso si no se usa. Esto genera un consumo constante de batería, datos móviles y memoria, algo especialmente grave en teléfonos de gama media o baja donde los recursos son limitados. En estos casos, una simple función extra puede marcar la diferencia entre un móvil ágil y uno lento.
Y si lo anterior no fuera suficiente, Meta IA tampoco brilla por su fiabilidad. Sus respuestas pueden ser imprecisas, estar basadas en información desactualizada o, incluso, resultar inadecuadas. Meta lo reconoce abiertamente en sus propios avisos. Depender de esta IA para tomar decisiones o buscar datos importantes es, por ahora, una apuesta arriesgada. Por tanto, más allá del consumo de recursos, está el peligro de la desinformación, pues no todo lo que dice es cierto ni debería tomarse al pie de la letra.
