Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid e instructor de la causa Begoña Gómez, ha pedido a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que impute al actual ministro de Justicia, Félix Bolaños, por los delitos de malversación y falso testimonio.
Lo hace enviando una exposición razonada de 32 folios a la Sala Segunda de lo Penal del Supremo en relación a su declaración como testigo en la pieza separada de esta causa que investiga el papel de la funcionaria de Moncloa, Cristina Álvarez, como ayudante de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez.
«Se eleva exposición razonada a la Sala Segunda del Tribunal Supremo al considerar que la competencia para continuar la instrucción de la causa podría corresponder a ese Alto Tribunal, pues podría existir indiciaria responsabilidad penal en un miembro del Gobierno, en concreto el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, D. Félix Bolaños García, en íntima conexión con otras personas no aforadas, para conocer de los hechos objeto de investigación en esta pieza separada 08/2025 de las Diligencias Previas 11466/2024 de este Juzgado».
Y añade Peinado que «concretamente, en relación con los hechos de la investigación indiciariamente permite concluir que doña Cristina Álvarez Rodríguez, ha sido nombrada, como personal eventual, con funciones de directora de Programas, para asistencia a la esposa del presidente del Gobierno, la también investigada Begoña Gómez Fernández. Que la persona de la investigada, Cristina Álvarez Rodríguez, ha realizado funciones de atención a Begoña Gómez Fernández, de carácter estrictamente privado, al margen de cualquier acto de carácter público o protocolario, que pudiera tener por su condición de esposa del Presidente del Gobierno, todo ello percibiendo retribuciones con cargo al Patrimonio Público».
Sostiene el auto del juez Peinado que «el testigo, ahora investigado, Félix Bolaños García, no ha contestado a la verdad, que conocía, en su testimonio, prestado bajo juramento como testigo, en su declaración del día 16 de abril del presente año 2025».
CONDUCTA DELICTIVA DE MALVERSACIÓN
En la exposición razonada recuerda el juez que «se tuvo la necesidad procesal de proceder a la apertura de una pieza separada, por si pudieran haberse llevado a cabo conductas constitutivas de un delito de malversación de caudales públicos», de tal manera que el 10 de marzo de 2025 «se consideró necesario proceder a la toma de declaración testifical del investigado D. Félix Bolaños García (…)».
También explica el titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid que él se encuentra ante la «imposibilidad» de seguir adelante con la instrucción sin acordar diligencias que, debido al aforamiento, solo puede ordenar el Supremo. Indica que considera necesario interrogar a Bolaños «como investigado»», así como reclamarle «cuanta documentación» que posea sobre la contratación de la asesora y las cantidades cobradas por ella.
Bolaños declaró ante Peinado en el complejo de Moncloa y «en su declaración como testigo y bajo juramento, tras ser preguntado en reiteradas ocasiones por la persona, en concreto, que propuso y/o realizó el nombramiento de la persona de Cristina Álvarez como asistente de Begoña Gómez (en el momento de dicho nombramiento esposa del actual presidente del Gobierno) manifestó en todo momento, tras negar que no conocía el nombre de dicha persona, indicando que sería el responsable de la misma, y ante estas manifestaciones, por el Instrucgtor que suscribe esta exposición razonada y dado que la diligencia se estaba llevando a cabo en la sede donde obran los archivos relacionados con todos los nombramientos (Complejo Presidencial del Palacio de la Moncloa) entre los que se encuentra el de Cristina Álvarez, se suspendió la declaración, a los efectos de que, por el testigo, ahora investigado, se recabara la información necesaria para poder contestar adecuadamente a lo que se le venía preguntando».
«Transcurrido el tiempo que se consideró razonable (algo más de media hora) para la obtención de los datos necesarios, con el fin de que contestara la pregunta en el sentido en el que había sido formulada, el testigo, ahora investigado, manifestó que la persona que había realizado el nombramiento, era el que había realizado un certificado (…) Raúl Díaz Silva», añade Peinado.
El juez tomó entonces declaración a Díaz Silva en dos ocasiones, el 14 de mayo y el 25 de mayo de 2025, «y en esas declaraciones manifestó que él no había sido quien realizó el nombramiento, siendo por tanto incierta la declaración que el investigado Félix Bolaños, contestó bajo juramento», añade el juez.
DECIDIÓ LLAMAR A BOLAÑOS
Peinado dio el paso de llamar a Bolaños a declarar después de tomar declaración el pasado 24 de febrero al ex vicesecretario de Presidencia Alfredo González Gómez, que fue quien propuso el nombramiento de esta asesora. González defendió durante su comparecencia que él se limitó a elevar la propuesta de fichaje de Álvarez, entre otros nombres, y cuando le preguntaron quién era su superior, señaló directamente al ministro Bolaños.
Alfredo González explicó que, cuando se produjo el cambio de Gobierno en 2018 y Pedro Sánchez se convirtió en presidente, a él le mandaron una relación de entre 80 y 90 nombres de candidatos para integrar distintos puestos. Uno de ellos era el de Álvarez, pero matizó que no conocía a esta mujer previamente. Tampoco dio detalles ni aclaró quien fue el remitente de ese listado de nombres.
Cuando el letrado de las acusaciones populares, le preguntó quién era entonces su superior, el testigo identificó al aún no ministro Bolaños, quien estuvo al frente de la Secretaría General de Presidencia entre julio de 2018 y julio de 2021. En este punto, el juez del caso, Juan Carlos Peinado, preguntó quién era Félix Bolaños y en la misma sala, uno de los abogados le aclaró que se trata del actual ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
Hay que recordar que Hazte Oír, una de las acusaciones populares, pidió la relación de puestos de trabajo (RPT) del complejo de Moncloa y a partir de ahí el juzgado decidió llamar como testigos primero a Cristina Álvarez, que luego pasó a ser imputada y después a Alfredo González.
Cristina Álvarez fue fichada así, por su inclusión en una lista, en Presidencia del Gobierno en julio de 2018 con el puesto de directora de programas, pero desde el primer momento estuvo ejerciendo de secretaria personal de Begoña Gómez y terminó por gestionar el patrocinio de distintas empresas para su máster de Transformación Social Competitiva (TSC) en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
LA SONRISA DE BOLAÑOS
La declaración de Bolaños generó más momentos de tensión que respuestas. Durante la hora y media de interrogatorio, realizado Juan Carlos Peinado, y cuyo audio MONCLOA ofreció en su totalidad, fue tan tenso en algunos momentos que el juez le llegó a afear a Bolaños un gesto: «No sé a qué obedece que esboce usted una sonrisa».
Durante la declaración Peinado le dijo a Bolaños que «está respondiendo con cierto titubeo» e incluso le llegó a acusar de «contestar con evasivas». Durante un momento del testimonio el juez ofrecía al ministro Bolaños recabar la información del nombre exacto del superior de Cristina Álvarez, y tras unos minutos llegó la respuesta, que resultó ser otro funcionario llamado Raúl Díaz.
El juez trató de averiguar durante esos 90 minutos de interrogatorio quien había propuesto a Cristina Álvarez para el cargo en Presidencia del Gobierno en julio de 2018, precisamente con la llegada del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, pero Bolaños, que era entonces secretario general de Presidencia negó haber intervenido en esa contratación: «No sé quién hizo la sugerencia. No participé en ese nombramiento, y es que no participé en prácticamente ninguno de los nombramientos eventuales de esa época». Los nombramientos «eventuales» es la denominación técnica que se aplica a los nombramientos de confianza o cargos de libre disposición dentro de las administraciones públicas.
Además Bolaños añadió que no conocía las funciones exactas de Álvarez, lo que al juez le resultó extraño: «No sabía qué funciones… Yo nunca fui su jefe. Ella nunca fue mi subordinada y yo no sabía qué tareas hacía en el día a día». Pero, sin embargo, afirmó conocer sin ningún género de dudas que «era la asistente de la mujer del presidente del Gobierno».
Luego, como Bolaños respondía con expresiones de «parece» o «creo que», el juez Peinado le volvió a reprender: «Una cosa son las creencias y otra cosa son los testimonios que tienen que prestar los testigos. Los testimonios que tienen que prestar los testigos son aquello que conozcan, no sus creencias» e incluso le advirtió que la repetición de esas expresiones eran una forma de «contestar con evasivas que la Ley de Enjuiciamiento Criminal contempla como negarse a contestar».
Fue entonces cuando Bolaños dejó escapar una sonrisa que el juez no dejó pasar y se lo reprochó. Pero Bolaños, a modo de justificación, dijo que «me está resultando muy sorprendente su interrogatorio», a lo que el juez replicó: «¿No será porque no está usted habituado a un interrogatorio judicial?» y Bolaños contestó de nuevo que «desde luego que no estoy habituado».
Ese fue uno de los momentos más tensos entre Bolaños y Peinado, junto con la suspensión de la declaración cuando el juez no lograba una respuesta clara sobre el máximo responsable de la contratación de la asesora de Begoña Gómez: «Vamos a hacer una cosa, vamos a suspender la declaración y, como estamos en la sede donde se dispone de todos los archivos necesarios para constatar quién es la persona, le voy a pedir que salga de la sala. Nosotros suspendemos la declaración y usted recaba la información suficiente».
Tras ese lapsus el ministro regresó a su despacho con el dato pedido: «He hablado con el gabinete de la Presidencia del Gobierno y con la Secretaría General y me han dicho que hay una persona que es el responsable de la coordinación del personal de Presidencia, es Raúl Díaz Silva». Así Presidencia alargaba un poco más la causa contra Begoña Gómez.