miércoles, 25 junio 2025

La nueva norma de la DGT que prohíbe esto en tu coche y entra en vigor este año: muchos lo tienen sin saberlo

La DGT vuelve a ser protagonista en las conversaciones de los conductores españoles, y no es para menos, ya que una nueva regulación referente a ciertos dispositivos en nuestros vehículos ha comenzado a generar un notable revuelo. Esta normativa, que muchos desconocen en su totalidad, afecta directamente a la tecnología que algunos coches incorporan y que, hasta ahora, pasaba más o menos desapercibida para el gran público. La medida, con implicaciones directas en la seguridad vial y en el bolsillo, pone el foco en elementos que, aunque puedan parecer una ayuda, la Dirección General de Tráfico considera un obstáculo para sus objetivos de control y prevención en las carreteras.

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El quid de la cuestión radica en la entrada en vigor de una prohibición que, si bien se aplica a los vehículos de nueva homologación a partir de una fecha concreta de este año, siembra dudas sobre el parque móvil existente y, sobre todo, sobre la picaresca que siempre rodea este tipo de legislaciones. Lo que se busca, en esencia, es erradicar de raíz la posibilidad de eludir los controles de velocidad mediante aparatos específicos, una práctica que la autoridad competente lleva años intentando combatir con diferente suerte. La confusión es palpable, y muchos se preguntan si ese «extra» que venía con su coche nuevo podría acarrearles un problema inesperado.

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«PERO SI MI COCHE YA LO TRAE DE FÁBRICA…» DESMONTANDO MITOS

Fuente Freepik

Una de las grandes confusiones que ha surgido con esta nueva medida de la DGT es la creencia de algunos conductores de que los modernos sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) que incorporan sus vehículos nuevos podrían incluir detectores de radar ilegales. Nada más lejos de la realidad, ya que tecnologías como el control de crucero adaptativo o la frenada de emergencia utilizan radares y sensores para su funcionamiento, pero su propósito es la seguridad y la asistencia, no la detección de cinemómetros con fines evasivos. Estos sistemas son, de hecho, promovidos por la propia administración.

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Los fabricantes de automóviles están plenamente al tanto de la legislación y adaptan sus vehículos para cumplir con las directrices de la DGT y otras autoridades europeas. Los sistemas que utilizan ondas de radar para funciones como el mantenimiento de carril o la detección de ángulo muerto operan en frecuencias y con lógicas completamente distintas a las de un detector de radares de velocidad, por lo que no hay motivo de preocupación si su coche nuevo cuenta con estas ayudas tecnológicas. La normativa se centra exclusivamente en aquellos dispositivos cuyo fin es eludir la vigilancia del tráfico.

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