Juan Carlos I ha vuelto a dejarse ver en España en Sanxenxo, uno de sus destinos más recurrentes. El rey emérito llegó este lunes al aeropuerto de Vigo para pasar unos días en Galicia, alojándose una vez más en la residencia de su amigo y anfitrión habitual, Pedro Campos. Desde que fijó su residencia en Abu Dabi, estas escapadas a tierras gallegas se han convertido en su particular retiro, donde suele desconectar de la presión mediática y reencontrarse con algunos de sus familiares, como su hermana, la infanta Margarita.
Sin embargo, esta visita no ha estado exenta de sobresaltos. Según publicó El Nacional.cat, Juan Carlos I sufrió una leve caída en la casa de Campos, lo que encendió de inmediato las alarmas sobre su estado de salud. Antes de regresar a Emiratos Árabes, el emérito decidió responder a la prensa con un tono poco habitual, y algo más desafiante, molesto y claramente incómodo con los rumores que lo rodean desde hace meses.
1Juan Carlos I desmiente los rumores sobre su debilidad
Lejos de mostrarse vulnerable, Juan Carlos I optó por zanjar cualquier especulación sobre su estado físico con una frase rotunda: “Pues mira, voy sin silla de ruedas”, soltó con ironía mientras descendía de su vehículo, ayudado por su equipo de confianza. Lo hizo con expresión firme, dirigiendo su mirada directamente a las cámaras y a los periodistas apostados en el lugar. Preguntado sobre cómo se encontraba, respondió con un escueto pero categórico “claro”, evitando dar más explicaciones.
Este tipo de salidas, cada vez menos frecuentes, siguen generando una atención mediática considerable. Pero en esta ocasión, lo que ha llamado la atención no ha sido tanto su visita en sí como el tono con el que ha contestado a la prensa. A diferencia de otras ocasiones en las que optó por el silencio o la indiferencia, Juan Carlos I se mostró visiblemente molesto y decidido a plantarse ante lo que considera una campaña de rumores.
