Juan Carlos I ha vuelto a dejarse ver en España en Sanxenxo, uno de sus destinos más recurrentes. El rey emérito llegó este lunes al aeropuerto de Vigo para pasar unos días en Galicia, alojándose una vez más en la residencia de su amigo y anfitrión habitual, Pedro Campos. Desde que fijó su residencia en Abu Dabi, estas escapadas a tierras gallegas se han convertido en su particular retiro, donde suele desconectar de la presión mediática y reencontrarse con algunos de sus familiares, como su hermana, la infanta Margarita.
Sin embargo, esta visita no ha estado exenta de sobresaltos. Según publicó El Nacional.cat, Juan Carlos I sufrió una leve caída en la casa de Campos, lo que encendió de inmediato las alarmas sobre su estado de salud. Antes de regresar a Emiratos Árabes, el emérito decidió responder a la prensa con un tono poco habitual, y algo más desafiante, molesto y claramente incómodo con los rumores que lo rodean desde hace meses.
3Juan Carlos I, entre la discreción y la necesidad de marcar territorio

Desde su salida de España en 2020, Juan Carlos I ha mantenido una presencia pública intermitente, marcada por el deseo de mantenerse al margen pero también por la voluntad de seguir siendo una figura con voz propia. Esta última aparición en Sanxenxo muestra que el emérito no está dispuesto a quedarse callado ante lo que considera excesos de la prensa. Su gesto desafiante y sus palabras cargadas de intención reflejan que, pese al paso del tiempo, sigue dispuesto a marcar límites.
La figura de Juan Carlos I continúa generando división entre quienes lo consideran una pieza clave en la historia reciente de España y quienes critican sus actuaciones más controvertidas. Lo cierto es que, cada vez que pisa territorio español, el eco mediático es inevitable, y esta vez, en lugar de evitarlo, ha decidido enfrentarlo de frente y dejar claro su opinión respecto a los rumores que se generan debido a su salud.