El sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, denuncia públicamente la situación límite que sufren las plantillas policiales en toda España como consecuencia del colapso generalizado de las cajas pagadoras. «Un problema estructural, previsible y absolutamente inaceptable que está afectando de forma directa e intolerable a las condiciones laborales de miles de agentes», dicen en un comunicado.
La situación ha alcanzado un punto crítico, porque según Jupol, «no solo se han suspendido los adelantos de dietas, fundamentales para el funcionamiento operativo de los desplazamientos, sino que la falta de fondos está provocando que no se puedan pagar facturas básicas de funcionamiento diario de las comisarías, tales como reparaciones urgentes, suministros de luz y gas o las reparaciones de los vehículos oficiales».
Uno de los efectos más graves y visibles de «esta dejadez institucional es la paralización total del mantenimiento de los sistemas de climatización. En plena ola de calor, y con temperaturas que superan los 35 grados en el interior de muchas dependencias policiales, la Dirección General de la Policía no ha sido capaz de garantizar unas condiciones mínimas de habitabilidad para los trabajadores, vulnerando de forma flagrante la legislación estatal en materia de prevención de riesgos laborales y el Estatuto Básico del Empleado Público», continúa la nota de Jupol.
Desde Jupol, «denunciamos que esta alarmante falta de previsión y planificación no es una circunstancia sobrevenida, sino la consecuencia directa de años de abandono, descoordinación y desinterés por parte de la Dirección General de la Policía y del Ministerio del Interior. Ambos organismos conocían de antemano las limitaciones presupuestarias y operativas de las cajas pagadoras, y no han hecho absolutamente nada para anticiparse al problema o para establecer mecanismos de emergencia que eviten este escenario de colapso».

«La Dirección General de la Policía ha fracasado estrepitosamente en su responsabilidad de garantizar el funcionamiento básico del servicio policial. Es indignante que, en España, en pleno siglo XXI los policías nacionales tengan que trabajar en condiciones propias de países en vías de desarrollo o de épocas pasadas», ha declarado el portavoz nacional de Jupol, Ibón Domínguez.
Lo más indignante de todo esto, afirman desde Jupol es que «aquí hay dinero para todo, menos para los policías. Hay dinero para mordidas, para comisiones, para gastos superfluos, para campañas de propaganda, incluso para señoritas de compañía o “fontaneros”, pero cuando se trata de garantizar que un agente pueda comer y dormir en condiciones dignas durante un servicio fuera de su destino, o que una comisaría no se convierta en un horno a 40 grados, entonces no hay dinero».
CRÍTICA A LA DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA
Desde la Dirección General de la Policía la respuesta a los policías es que «como no hay Presupuestos Generales del Estado, todo está paralizado y están en guerra constante con Hacienda. Para JUPOL esto no es más que una muestra de la falta de liderazgo político y la improvisación permanente, que están generando un verdadero desgobierno, cuyas consecuencias ya no son abstractas. Estamos viendo cómo muchas comisarías no pueden ni pagar la luz, ni afrontar reparaciones básicas, ni mantener los servicios mínimos operativos», añaden.
El sindicato considera que esta situación es «una humillación a la dignidad profesional de los agentes y exige una intervención inmediata del Ministerio del Interior, con una inyección urgente de fondos, así como la revisión completa del sistema de cajas pagadoras, su dotación presupuestaria y los protocolos de actuación en situaciones extraordinarias».
Además, Jupol anuncia que valorará acciones legales y movilizaciones a nivel nacional, si no se «revierte de forma inmediata este abandono institucional y se restablecen unas condiciones mínimas de trabajo para los policías. Los agentes no pueden seguir siendo tratados como trabajadores de segunda categoría. Basta ya de excusas, de improvisaciones y de negligencia. Exigimos soluciones inmediatas, reales y contundentes». concluye el sindicato policial.