La DGT, organismo clave en la seguridad vial de nuestras carreteras, pone el foco constantemente en el comportamiento de los conductores al volante. Son muchos los hábitos que, por arraigados o por parecer insignificantes, se convierten en un riesgo silencioso que puede tener consecuencias nefastas, no solo para nuestra seguridad sino también para nuestro bolsillo. La vigilancia se intensifica y ciertas prácticas que antes pasaban desapercibidas, ahora están en el punto de mira de las autoridades con mayor determinación.
Parece que todos tenemos clara la teoría de la seguridad al conducir, pero en la práctica diaria, la confianza o la prisa nos llevan a cometer errores costosos. Nos enfrentamos a la posibilidad de multas importantes, incluso superando los 500 euros en algunos casos extremos o combinados, por acciones que muchos aún consideran menores o justificables en ciertas circunstancias. Es fundamental entender por qué la DGT advierte sobre ellas y qué implica realmente ignorar estas advertencias.
1HÁBITOS COMUNES AL VOLANTE CON UN PRECIO INESPERADO
La rutina al volante nos hace bajar la guardia a menudo, creyendo que controlamos la situación incluso cuando nos permitimos pequeñas distracciones o saltarnos alguna norma que consideramos menos importante. Esta falsa sensación de seguridad es el caldo de cultivo perfecto para las infracciones más comunes, aquellas que todos vemos a diario pero que pocos asocian con el riesgo real o la sanción económica severa que conllevan. El descuido, por leve que parezca, tiene un coste y la DGT no cesa en recordárnoslo con campañas y controles.
Dos de estos hábitos, extendidos y sorprendentemente persistentes, se han convertido en objetivo prioritario para la DGT por su impacto directo en la accidentalidad y la seguridad de todos los ocupantes del vehículo y de la vía. No hablamos de imprudencias temerarias al límite de la velocidad, sino de gestos cotidianos que, realizados en el momento inadecuado, alteran nuestra capacidad de reacción y pueden desencadenar un accidente, además de acarrear multas que pueden sumar esa cifra de hasta 500 euros de la que se advierte.