jueves, 26 junio 2025

Estas dos cosas que haces al volante te pueden costar hasta 500€ y la DGT advierte que está intensificando controles

La DGT, organismo clave en la seguridad vial de nuestras carreteras, pone el foco constantemente en el comportamiento de los conductores al volante. Son muchos los hábitos que, por arraigados o por parecer insignificantes, se convierten en un riesgo silencioso que puede tener consecuencias nefastas, no solo para nuestra seguridad sino también para nuestro bolsillo. La vigilancia se intensifica y ciertas prácticas que antes pasaban desapercibidas, ahora están en el punto de mira de las autoridades con mayor determinación.

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Parece que todos tenemos clara la teoría de la seguridad al conducir, pero en la práctica diaria, la confianza o la prisa nos llevan a cometer errores costosos. Nos enfrentamos a la posibilidad de multas importantes, incluso superando los 500 euros en algunos casos extremos o combinados, por acciones que muchos aún consideran menores o justificables en ciertas circunstancias. Es fundamental entender por qué la DGT advierte sobre ellas y qué implica realmente ignorar estas advertencias.

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EL MÓVIL, SIEMPRE PELIGROSO AUNQUE ESTÉ EN EL SOPORTE

Fuente: Freepik

El teléfono móvil se ha integrado tanto en nuestras vidas que resulta difícil desprendernos de él incluso al conducir, pero su uso es una de las distracciones más peligrosas y sancionadas. La normativa es clara: manipular el móvil mientras se conduce está prohibido y conlleva una pérdida significativa de puntos del carné, además de una multa considerable. Poco importa si está en un soporte homologado en el salpicadero; si el conductor interactúa con él, está cometiendo una infracción grave.

Mucha gente cree que si el móvil está en el soporte, ya no hay problema, que pueden tocar la pantalla para cambiar de canción, aceptar una llamada o consultar un desvío en el navegador. Sin embargo, la DGT insiste en que la mera acción de desviar la vista y la atención de la carretera para interactuar con el dispositivo, aunque sea por un instante, es suficiente para provocar una situación de riesgo y ser sancionado. La clave está en la manipulación, no en la sujeción del aparato.

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