Castilla y León es tierra de castillos, de historias legendarias y de paisajes que encierran siglos de memoria. Entre sus joyas más singulares se encuentra una fortaleza que no solo impone por su aspecto sobrio y macizo, sino por los secretos que guarda bajo sus cimientos. Situado en el pequeño municipio de Portillo, en la provincia de Valladolid, este castillo se ha convertido en el epicentro de leyendas, hazañas y episodios históricos tan fascinantes como desconocidos. Su gran protagonista es, sin duda, un pozo sin fondo que ha desafiado generaciones.
La fortaleza de Portillo no es simplemente una construcción más del repertorio medieval de Castilla y León. Entre sus muros se escribió parte de la historia política del reino. Fue prisión de nobles influyentes como Álvaro de Luna, valido de Juan II, y testigo de intrigas palaciegas. Pero lo que más llama la atención no es solo su pasado, sino su pozo excavado en roca viva, con más de 34 metros de profundidad, tallado en tiempos de asedio para acceder al agua en plena meseta castellana.
3Castilla y León y su patrimonio oculto más allá de los castillos

Más allá de las fortalezas, Castilla y León ofrece un legado monumental y cultural que complementa su identidad histórica. Portillo, en particular, es un buen ejemplo de cómo los pueblos de esta comunidad no solo conservan su pasado, sino que lo revitalizan con propuestas culturales y turísticas para todos los públicos. El visitante no solo se enfrenta a la historia militar, sino también al arte sacro, la tradición artesana y una gastronomía de raíces profundas.
En este rincón vallisoletano también se aprecia la importancia del turismo de interior, tan característico de Castilla y León. Lejos del bullicio de las grandes ciudades, lugares como Portillo ofrecen la posibilidad de redescubrir el valor de lo auténtico, con rutas de senderismo, miradores, talleres de panadería tradicional y fiestas populares que mantienen viva la esencia del pueblo.