Esta semana la crónica policial de la Comunidad de Madrid tuvo un sobresalto el pasado miércoles cuando un coche de gran cilindrada entraba dentro de las instalaciones del Centro Comercial Parque Sur (Leganés). Allí, dos varones jóvenes con dos martillos rompían los cristales de una joyería y sustraían material del comercio ante la atónita mirada de los clientes de los comercios. La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen trabajo.
Algunos testigos comentaron a la Policía Nacional que uno de ellos esgrimía también una pistola. Visto y no visto en menos de cuatro minutos los dos hombres, que iban encapuchados para evitar ser reconocidos, salieron a gran velocidad y se perdieron en las carreteras cercanas a la A-42, algunas fuentes sospechan que por la M-45, dirección a la provincia de Toledo. Las joyerías Jolfer y Roselin fueron las víctimas de las mazas de precisión de los aluniceros.
El suceso término, por el momento, con la quema del vehículo en el Barrio de Perales del Río (Getafe), otra zona clásica donde residen este tipo de delincuentes, los aluniceros. Pero este método, clásico en Madrid, tuvo otro incidente grande, otro intento de robo por el mismo método en la localidad de (Campo Real). Allí, el establecimiento elegido fue una sucursal del Banco Santander, algo que dejó algunas imágenes espectaculares con el vehículo utilizado para robar dentro de la sucursal bancaria.
MÉTODO CLÁSICO EN MADRID
El método del alunizaje no es inventado por los delincuentes de Madrid, pero como si lo fuese. La destreza de estos delincuentes de la Región ha llegado hasta fuera de nuestras fronteras. Y el «prestigio» que alcanzaron «nuestros» aluniceros durante años fue de talla internacional. Algunos incluso fueron requeridos para hacer robos en otros países junto a mafias de de esos lugares o de carácter internacional.
En la actualidad la rapidez y la virulencia de los actos han sorprendido a la Policía Nacional y Guardia Civil, han ser un método de capa caída y pasado de moda. Muchos de estos delincuentes, encuadrados en bandas y clanes de carácter familiar, se han pasado al suculento y peligroso mundo de los vuelcos, robos de droga a narcotraficantes, un negocio que mezclan con otros robos más directos.

El alunizaje es un robo que se comete contra comercios. La técnica habitual consiste en esperar a que el comercio esté cerrado y vacío, en este caso no fue así. Se utiliza un automóvil, que se lanza directamente contra la puerta y el escaparate del comercio (contra la luna de cristal, y de ahí el nombre de alunizaje). Una vez destrozada la entrada del comercio, los delincuentes roban todo lo que pueden en poco tiempo, tratando de escapar antes de que se presente la policía.
Las víctimas más habituales de este tipo de robo suelen ser las joyerías, dado que el delincuente busca poder coger objetos de bastante valor en poco tiempo. Por su parte, los comercios intentan defenderse mediante la solicitud a los ayuntamientos para que coloquen bolardos en la entrada de sus comercios, con el fin de que impidan que un coche pueda chocar contra su fachada. En Leganés el bolardo fue superado por los asaltantes.
EL CLAN DEL MORO GÓMEZ
Fuentes policiales han asegurado a MONCLOA.COM que los principales sospechosos del asalto presuntamente pueden estar relacionados con el ‘Clan del Moro Gómez’, una banda de delincuentes bastante peligrosos, con varios tiroteos a sus espaldas contra cuerpos policiales, y con multitud de condenas y antecedentes a sus espaldas.
Estas mismas fuentes policiales destacan que son un grupo ubicado entre la zona de Rivas Vaciamadrid, Cañada Real, Vallecas y Moratalaz. Algo poco frecuente, porque los aluniceros más conocidos suelen salir del triángulo entre Villaverde, Orcasitas y Usera.
Es una chapuza, es raro que la gente actúe así», relata para este medio un ex alunicero que creen que han podido actuar de este forma tan «poco profesional» debido a unas supuestas urgencias económicas de la banda. «Deberían pasta a alguien, no es normal trabajar de esa forma», afirma la fuente anteriormente citada.
«Todos ellos quieren conseguir el trono del Niño Sáez», concluye. El rey de este tipo de delitos que fue asesinado en 2017 cuando cambió los alunizajes por el robo de cocaína y recibió dos tiros cuando visitaba a su madre. En la actualidad los expertos sitúan al Niño Juan como el heredero de Sáez.
Los siguientes días serán claves para ver como evolucionan las pesquisas y si finalmente los sucesos han sido cometidos por al gente del Moro Gómez. De los jueces y de los cuerpos policiales dependerá que Madrid no se convierta en ‘Apaches‘, la novela que escribió Miguel Sáez Carral.