domingo, 29 junio 2025

Si quieres vientre plano, evita esta cena habitual y prueba esta alternativa más ligera

Un vientre plano no es solo una cuestión de estética, sino que también es un reflejo de tu bienestar digestivo y salud general. Muchas veces, el verdadero obstáculo no es lo que comemos durante el día, sino cómo terminamos la jornada. La cena, ese momento de relajación en el que el cuerpo empieza a prepararse para el descanso, puede convertirse en el peor enemigo de un abdomen deshinchado si no se eligen los alimentos adecuados.

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Es habitual pensar que un bocadillo rápido, una pizza casera o incluso un plato de pasta ligera son elecciones inocentes para cenar. Sin embargo, muchos de estos alimentos, ricos en carbohidratos simples y difíciles de digerir por la noche, pueden provocar hinchazón abdominal y dificultar la digestión. Si lo que tienes como objetivo es lograr un vientre plano, es clave saber qué evitar, y qué incluir en su lugar.

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Un vientre plano no se consigue cenando cualquier cosa

Fuente: Pexels

La típica cena que combina pan, embutidos, quesos o platos recalentados y pesados es una trampa común. Aunque pueda parecer una opción rápida o reconfortante, este tipo de comidas cargadas de sal, grasas saturadas y harinas refinadas favorecen la retención de líquidos y dificultan el tránsito intestinal. Todo esto impacta directamente en la hinchazón abdominal, el principal enemigo del vientre plano.

Además, cenar tarde y acostarse poco tiempo después impide que el cuerpo haga una digestión eficiente. Durante el sueño, el sistema digestivo funciona más lentamente, por lo que las cenas copiosas no solo afectan al descanso, sino que también hacen que nos despertemos con el abdomen inflamado. Romper con esta rutina es un paso esencial para quienes desean mantener un vientre plano de forma sostenida.

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