El dolor articular es una molestia frecuente que puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en quienes sufren enfermedades inflamatorias como la artritis o el reumatismo. También puede aparecer tras una actividad física intensa o por el simple desgaste de las articulaciones con el paso de los años. Sea cual sea la causa, lo cierto es que convivir con este tipo de dolor limita la movilidad y reduce la calidad de vida. Frente al uso habitual de analgésicos, muchas personas están buscando alternativas naturales y menos agresivas para el cuerpo.
Entre las distintas opciones que ofrece la naturaleza, hay una infusión que ha comenzado a ganar popularidad por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para aliviar el dolor articular de forma efectiva. Se trata de una bebida sencilla, económica y sin efectos secundarios graves. Y lo más interesante es que, en algunos casos, quienes la han probado aseguran que les ha dado más alivio que un ibuprofeno o un paracetamol.
1El poder antiinflamatorio del jengibre

El dolor articular encuentra un enemigo natural en el jengibre, una raíz conocida desde hace siglos en la medicina tradicional por su potente efecto antiinflamatorio. Diversos estudios han demostrado que el jengibre contiene compuestos activos, como los gingeroles, que ayudan a reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones. Esta acción es similar a la de algunos medicamentos antiinflamatorios, pero sin los efectos secundarios que pueden provocar en el estómago o el hígado.
Preparar una infusión de jengibre es muy sencillo; pues solo basta con rallar una cucharadita de raíz fresca, añadirla a una taza de agua hirviendo, dejar reposar unos minutos y colar. Consumida una o dos veces al día, esta bebida puede convertirse en un gran aliado frente al dolor articular. Además, su sabor picante y su capacidad para mejorar la digestión hacen que sea una infusión agradable incluso para quienes no están acostumbrados a las plantas medicinales.