martes, 1 julio 2025

¿Tu móvil te espía? Este es el permiso que debes desactivar ahora mismo

La sospecha de que nuestro móvil nos espía es una idea que ha rondado en el aire desde hace tiempo, algo propio de novelas de ciencia ficción que, poco a poco, ha ido aterrizando en nuestra realidad cotidiana. Sentir que cada movimiento, cada visita, cada parada en el camino podría estar siendo registrada y analizada por ojos invisibles puede generar una incomodidad profunda, una sensación de pérdida de control sobre nuestra propia privacidad en un mundo cada vez más digitalizado y vigilado. No se trata solo de grandes teorías conspirativas, sino de funciones y permisos que nosotros mismos, quizás por desconocimiento o por aceptar sin leer, concedemos alegremente a las aplicaciones que instalamos día tras día en nuestros dispositivos.

Publicidad

Entre todas las puertas que abrimos, hay una especialmente sensible y que rara vez cerramos del todo: el acceso a nuestra ubicación. No hablamos del GPS que usamos para no perdernos al volante o al caminar, esa es una función activa y consciente, sino de la capacidad que tienen ciertas aplicaciones para saber dónde estamos en todo momento, incluso cuando no las estamos utilizando, operando silenciosamente en lo que se conoce como segundo plano. Esta persistente vigilancia pasiva es la que alimenta esa inquietud de ser seguidos, y existe un permiso específico, a menudo activado por defecto o aceptado sin pensar, que es el principal responsable de esta situación y que conviene revisar con urgencia si valoramos nuestra intimidad digital en este momento.

4
¿POR QUÉ CORRE PRISA ESTA DESCONEXIÓN?

Fuente: Freepik

Desactivar el permiso de ubicación en segundo plano para las aplicaciones que no lo necesitan es una medida de higiene digital que deberíamos adoptar sin demora si nos preocupa mínimamente nuestra privacidad. Dejar este permiso activado para múltiples apps que no requieren este acceso constante abre la puerta a que un historial detallado de nuestros movimientos caiga en manos inadecuadas, bien sea por una brecha de seguridad en los servidores de la empresa que recopila los datos, bien porque estos datos se vendan legalmente (o no tan legalmente) a otras entidades.

Esta información de localización, combinada con otros datos que esas apps puedan recoger (identificador del dispositivo, hábitos de uso), puede ser utilizada para crear perfiles extremadamente precisos sobre nosotros, perfiles que luego se usan para segmentar publicidad hasta extremos que rayan el acoso o, peor aún, para otros fines menos transparentes. La velocidad a la que se mueven los datos en el ecosistema digital y la frecuencia de los incidentes de seguridad hacen que posponer esta revisión sea un riesgo innecesario para la información sensible que guarda nuestro móvil.

Publicidad
Publicidad