La omnipresente Thermomix se ha convertido para muchos en el símbolo de la cocina moderna y eficiente, prometiendo atajos impensables hace años y liberando a los cocinillas de tareas pesadas o que consumen demasiado tiempo. Sin embargo, el verdadero secreto para optimizar el tiempo entre fogones quizás no resida solo en un robot de cocina de alta gama. Hay técnicas y recetas que, con un simple giro de perspectiva y una buena comprensión de los procesos culinarios, nos permiten alcanzar resultados sorprendentes, como un risotto cremoso y perfecto, sin esclavizarnos a la sartén durante media hora o a un aparato de miles de euros.
Olvidarse del sofrito, ese paso crucial pero a menudo tedioso que exige atención constante desde el corte inicial hasta el punto exacto de pochado, o el eterno remover del arroz para lograr esa textura perfecta son los verdaderos obstáculos que alejan a muchos de platos deliciosos por pura pereza o falta de tiempo. La cocina tradicional, en su búsqueda de sabor y textura, a menudo impone rutinas que, en la vida actual, resultan difíciles de encajar sin estrés. Imagina un risotto que se cocina prácticamente solo, liberándote para otras tareas mientras él adquiere toda su cremosidad y sabor sin tu intervención constante, un sueño que esta receta hace realidad, desafiando la necesidad de complejos aparatos o técnicas agotadoras.
3EL RISOTTO ‘MÁGICO’: UN SOLO PASO CONTRA EL MITO DE REMOVER SIN PARAR

La técnica clásica para hacer risotto es mundialmente conocida y respetada por el resultado cremoso y envolvente que proporciona, pero también temida por la exigencia de añadir el caldo caliente cucharón a cucharón y remover sin descanso, casi como un ritual que dura veinte minutos interminables. Se nos ha enseñado durante generaciones que la cremosidad se obtiene por la fricción constante de los granos de arroz chocando entre sí y liberando su almidón, un mantra que ata al cocinero a la olla, impidiéndole hacer cualquier otra cosa que no sea vigilar y mover, lo que desanima a muchos a preparar este delicioso plato en casa.
Existe, no obstante, una aproximación menos conocida pero igual de efectiva, incluso más eficiente que la preparación en una Thermomix que requiere atención para añadir el líquido en etapas, que rompe con esta tradición y simplifica el proceso hasta límites insospechados. Este método permite poner todos o casi todos los ingredientes líquidos necesarios desde el principio de la cocción, logrando que el arroz se cocine de forma más uniforme y autónoma, absorbiendo el líquido gradualmente sin la necesidad de esa agitación manual constante y reduciendo drásticamente la intervención del cocinero, transformando una tarea agotadora en algo mucho más relajado.