jueves, 3 julio 2025

La foto que jamás deberías subir a redes sociales: los ciberdelincuentes la usan para robar tu identidad

Una simple foto compartida en redes sociales, ese gesto tan cotidiano y aparentemente inofensivo, puede convertirse sin que apenas te des cuenta en la puerta de entrada para problemas mayores, incluso en una autopista directa hacia el robo de tu identidad digital o algo peor. Vivimos en la era de la sobreexposición visual, donde documentamos cada paso de nuestra vida a través de imágenes que subimos a plataformas que, aunque nos parezcan privadas, son escaparates públicos a los que cualquiera con la curiosidad adecuada puede asomarse y escudriñar los detalles con una paciencia casi forense. Es un riesgo que muchos subestiman.

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Existen ciertos tipos de imágenes que, por la naturaleza de la información sensible que capturan o revelan de forma implícita o explícita, se convierten en auténticos caramelos para los ciberdelincuentes y la chusma digital que pulula por la red en busca de oportunidades. Hablamos de esas fotos que, a primera vista, parecen inocuas o simplemente reflejan un momento de tu día a día, pero que, en realidad, contienen datos críticos que, si caen en las manos equivocadas, pueden usarse para construir un perfil detallado de tu persona y tus rutinas. Identificar cuáles son es el primer paso crucial para protegerse.

EL PELIGRO OCULTO EN TUS IMÁGENES DIGITALES

YouTube video

Las imágenes digitales, lejos de ser simples representaciones visuales, son archivos complejos que a menudo contienen una cantidad sorprendente de información incrustada o visible en segundo plano, datos que van mucho más allá de lo que el ojo inexperto percibe a primera vista. No es solo la persona o el objeto principal de la foto; son los metadatos que se guardan automáticamente, los detalles del entorno, el texto legible en cualquier superficie, o incluso la sombra de quien la toma, pistas que los conocedores del mundo digital saben interpretar y utilizar con una habilidad digna de un detective experimentado. Los ciberdelincuentes han perfeccionado la técnica de la minería de imágenes, extrayendo cada fragmento de dato útil que les permita avanzar en sus fines.

Piensa en todo lo que puede desvelar una instantánea: la marca y modelo de tu teléfono (a través de los metadatos), la hora y fecha exacta, si tienes activada la geolocalización, el lugar preciso donde te encuentras o estuviste, y en el fondo, detalles de tu hogar, tu oficina, tus gustos, tu nivel adquisitivo inferido por lo que te rodea. Esta información, **aparentemente inconexa y diseminada en diferentes fotos, se recopila pacientemente para construir un perfil detallado y alarmantemente preciso de tu vida, haciéndote un objetivo más fácil y vulnerable para ataques dirigidos o, en el peor de los casos, para la usurpación de tu identidad completa. Es una lección de privacidad en la era digital que llega, desgraciadamente, a menudo demasiado tarde para muchos.

CUANDO LOS METADATOS GEOLOCALIZAN TUS DOCUMENTOS

CUANDO LOS METADATOS GEOLOCALIZAN TUS DOCUMENTOS
Fuente: Freepik

Uno de los errores más graves que se cometen en redes sociales es compartir fotos de documentos personales, aunque sea de forma parcial o supuestamente censurando los datos más sensibles, sin ser conscientes del rastro invisible que dejan estas imágenes. La mayoría de los smartphones y cámaras digitales, por defecto, incluyen en los metadatos (los datos ‘sobre los datos’ del archivo) información sobre el dispositivo, la configuración de la cámara, y, crucialmente si no se desactiva, las coordenadas GPS exactas de dónde se tomó esa foto. **Esto significa que una foto de tu DNI, pasaporte, permiso de conducir, o cualquier otro documento sensible, **puede estar revelando la ubicación precisa de tu domicilio, tu lugar de trabajo, o el sitio donde guardas esos documentos, una información de oro para quien busca materializar un robo.

Los ciberdelincuentes disponen de herramientas sencillas y accesibles para descargar una imagen de redes sociales y extraer todos sus metadatos en cuestión de segundos, obteniendo así información valiosísima como la geolocalización sin ningún esfuerzo. Si has subido una foto de tu carnet de identidad tomada en tu casa, la información de localización incrustada en el archivo le dice al atacante no solo qué documento tienes, sino exactamente dónde te encontrabas cuando le hiciste la foto, convirtiendo un gesto aparentemente inocente en una grave brecha de seguridad que puede ser utilizada para la planificación de robos físicos o la intensificación de ataques de ingeniería social dirigidos a la víctima o su entorno cercano, explotando el conocimiento de su ubicación habitual.

EL BILLETE DE TREN O EL PASE DE ABORDAR: UN DNI EN PAPEL

EL BILLETE DE TREN O EL PASE DE ABORDAR: UN DNI EN PAPEL
Fuente: Freepik

Otro clásico del riesgo digital, sorprendentemente frecuente, es la foto de un billete de transporte, ya sea un pase de abordar de avión, un billete de tren de alta velocidad o incluso la entrada a un evento importante. Estos trozos de papel o archivos digitales contienen una cantidad de información personal que rara vez consideramos al compartirlos: nuestro nombre completo, el destino, las fechas del viaje, a menudo el número de asiento, la compañía, el número de reserva (localizador) y, en el caso de los viajeros frecuentes, incluso números de programas de fidelidad. **Compartir una foto de tu billete, **aunque solo sea para presumir de tu próximo viaje o evento, es como dejar una pequeña copia de tu DNI y agenda en un tablón de anuncios público al que cualquiera puede acceder.

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El peligro real reside en el localizador o número de reserva. Con tu apellido y este código, que a menudo aparece bien visible en la foto del billete, se puede acceder a la gestión de tu reserva en la web de la compañía aérea o de transportes. Una vez dentro, la cantidad de información a la que se puede acceder varía, pero no es raro encontrar datos de contacto, itinerarios completos (incluyendo futuros viajes), e incluso, en algunos casos, la opción de cambiar datos o cancelar servicios, lo que puede derivar en fraudes o suplantaciones. Los programas de viajero frecuente también son vulnerables, ya que una foto que muestre el número puede permitir a los delincuentes acumular puntos fraudulentamente o acceder a beneficios que no les corresponden, o usarlo como otra pieza más en el rompecabezas de tu identidad digital para facilitar otros ataques.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PERFIL DELICTIVO: PIEZAS DEL ROMPECABEZAS

LA CONSTRUCCIÓN DEL PERFIL DELICTIVO: PIEZAS DEL ROMPECABEZAS
Fuente: Freepik

Los ciberdelincuentes rara vez consiguen toda la información que necesitan de una única fuente o de una sola foto; su modus operandi se basa en la paciencia y la acumulación de datos procedentes de múltiples brechas, filtraciones y, sí, también de lo que tú mismo publicas voluntariamente en tus perfiles públicos de redes sociales. Una foto de tu billete de avión les da tu nombre y un localizador; otra foto en la que se vea tu calle o el portal de tu casa, combinada con los metadatos de una foto de tu DNI, les da tu dirección; una foto de una factura que tiraste a la basura y que alguien encontró, les puede dar datos bancarios o de suministros. Cada imagen que compartes, por insignificante que parezca, *puede ser una pieza que encaje en el puzzle que están construyendo sobre ti.

El verdadero riesgo no es solo la información que contenga una foto concreta, sino cómo esa información se complementa con la que ya tienen, o con la que pueden obtener de otras fuentes públicas o ilegalmente. La combinación de datos de geolocalización, información de documentos o billetes, detalles sobre tu trabajo, tus hobbies, tus amigos, tu familia (a través de las fotos en las que aparecéis juntos), crea un perfil increíblemente detallado y personal. Este dossier personalísimo es el que utilizan para lanzar ataques de phishing altamente convincentes, suplantar tu identidad para cometer fraudes, o incluso para contactar a tus conocidos fingiendo ser tú en situaciones de emergencia, una práctica conocida como «sextorsión» o timos relacionados, aprovechando la confianza que generarían al conocer detalles íntimos que solo tú deberías saber.

PROTÉGETE: QUÉ NO SUBIR Y CÓMO REVISAR TUS FOTOS

PROTÉGETE: QUÉ NO SUBIR Y CÓMO REVISAR TUS FOTOS
Fuente: Freepik

La primera y más importante medida de seguridad es ser extremadamente consciente de lo que compartes online. Como regla general, nunca subas a redes sociales fotos de documentos que contengan información personal identificable, sin importar cuánto hayas intentado pixelar o tapar los datos sensibles, ya que a menudo es más fácil de lo que parece revertir esas ediciones o extraer información de otros elementos visibles. Esto incluye DNI, pasaportes, permisos de conducir, tarjetas bancarias, facturas, contratos, documentos médicos, y cualquier otra identificación oficial o papel con datos privados. Una foto que muestre tu matrícula del coche, el número de serie de un dispositivo caro, o incluso las llaves de tu casa o el sistema de alarma instalado, son también un riesgo innecesario que es mejor evitar compartir en plataformas públicas o con poca privacidad.

La misma precaución debe aplicarse a los billetes de transporte y entradas a eventos. Una vez que has viajado o asistido al evento, la foto de tu billete o entrada pierde su valor testimonial inmediato y se convierte en un riesgo residual de exposición de datos que es mejor eliminar o, al menos, no compartir públicamente. Más allá de qué no subir, acostúmbrate a revisar la configuración de privacidad de tus perfiles y, fundamentalmente, a desactivar la geolocalización en la cámara de tu teléfono cuando vayas a fotografiar algo remotamente sensible, o al menos a limpiar los metadatos antes de compartir la imagen. La seguridad digital comienza con la autoconciencia y la prudencia; cada foto es una decisión, y tomar la decisión correcta es tu primera línea de defensa contra quienes acechan en la sombra de internet en busca de tu información para fines ilícitos.

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