La batería de tu móvil es, con toda probabilidad, tu mayor fuente de ansiedad tecnológica, esa barra de energía que desciende inexorablemente y que marca el ritmo de tu día. Lo que muchos usuarios desconocen es que en las entrañas de su propio dispositivo se esconde un ajuste sencillo, una función oculta capaz de prolongar drásticamente su autonomía sin necesidad de aplicaciones externas ni artilugios. No hablamos de un truco complejo, sino de una decisión consciente sobre la tecnología que usamos, un ajuste sencillo y accesible que podría cambiar por completo la autonomía de tu dispositivo y que, curiosamente, las grandes operadoras no tienen ningún interés en promocionar. La solución ha estado siempre ahí, esperando ser descubierta
Este pequeño secreto pone de manifiesto una de las grandes paradojas de la tecnología moderna: a veces, lo más nuevo no es lo mejor para todas las situaciones. Nos han vendido el 5G como el futuro ineludible, una autopista de datos a velocidades de vértigo, pero han omitido una parte crucial de la historia. Se trata de, una verdad incómoda que choca frontalmente con la narrativa de la hipervelocidad que nos venden, y que revela cómo una tecnología inferior en el papel, como es el 4G, puede ser inmensamente superior en la práctica diaria para la longevidad de nuestra batería. Es hora de tomar el control y adaptar el móvil a nuestras necesidades reales.
5LA PRUEBA DEL ALGODÓN: RESULTADOS REALES Y EL VEREDICTO FINAL

Este no es un consejo basado en la intuición, sino en la evidencia. Medios especializados en tecnología como Andro4All han realizado pruebas comparativas que corroboran esta teoría de forma contundente. Sometiendo a un mismo móvil a las mismas condiciones de uso, pero cambiando únicamente la red preferida de 5G a 4G, los resultados son reveladores. Se han documentado, pruebas empíricas que demuestran ahorros de batería de entre el 20 % y el 50 % o incluso más, especialmente en escenarios de cobertura 5G deficiente, lo que puede suponer la diferencia entre llegar al final del día con carga o no.
En última instancia, la decisión recae en el usuario, que ahora tiene la información necesaria para elegir de forma consciente. Se trata de un simple equilibrio: ¿qué valoras más, una velocidad punta teórica que raramente aprovecharás o una autonomía real y tangible que te aporte tranquilidad durante toda la jornada? Desactivar el 5G en favor del 4G no es un paso atrás, sino un movimiento inteligente de optimización. Es, recuperar el control sobre un aspecto tan fundamental como es la autonomía de nuestro terminal, adaptando la tecnología a nuestro servicio y no al revés.