viernes, 4 julio 2025

La NASA descubre entre los restos de una estrella muerta un montón de secretos ocultos

La NASA ha logrado un nuevo avance en el estudio del universo, esta vez a través de lo que los astrónomos llaman arqueología estelar. En lugar de excavar ruinas milenarias, los científicos han examinado los vestigios de una estrella que explotó hace millones de años, con el objetivo de reconstruir su historia. Utilizando el Observatorio de Rayos X Chandra, la agencia espacial estadounidense ha conseguido recopilar pistas químicas y estructurales de un fenómeno tan violento como fascinante: una supernova que dio origen a un agujero negro.

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El sistema que ha permitido este descubrimiento es conocido como GRO J1655-40. En la actualidad, está compuesto por un agujero negro y una estrella compañera, pero el análisis de los vientos cósmicos que emite ha revelado muchos más detalles. Gracias a la tecnología de la NASA, los investigadores han podido identificar elementos que pertenecieron a la estrella original, lo que permite reconstruir con bastante precisión los eventos que ocurrieron tras su colapso.

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El papel del Observatorio Chandra de la NASA

Fuente: Pexels

Fue gracias al Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA que este hallazgo fue posible. En 2005, durante un momento de intensa actividad, el sistema GRO J1655-40 emitía grandes cantidades de rayos X. Chandra captó esa señal y permitió a los científicos analizar el espectro de luz. Así, detectaron una variedad de elementos químicos que no podrían haberse identificado con otra tecnología. El hallazgo incluyó silicio, hierro, neón y otros metales pesados que sirvieron de huella para rastrear el origen del material.

Estos datos fueron esenciales para reconstruir la historia de la estrella original. Con la información reunida, los científicos concluyeron que tenía alrededor de 25 veces la masa del Sol y una composición especialmente rica en elementos pesados. El análisis, cruzado con modelos teóricos, permitió ver cómo esa estrella vivió, cómo murió y qué dejó tras de sí. Chandra, uno de los instrumentos más valiosos de la NASA, continúa siendo fundamental para este tipo de investigaciones.

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