Zarzuela ha vuelto a marcar la diferencia frente a otras monarquías europeas con una acción que refuerza su compromiso con la transparencia económica. En una época en la que las instituciones deben rendir cuentas, la Casa del Rey en España ha decidido mantener su promesa de claridad, abriendo sus cifras a la ciudadanía de forma regular y rigurosa. Mientras en otras casas reales reina la opacidad, en Zarzuela las cuentas están al día, incluso cuando los rumores tratan de empañar esa imagen.
Desde que Felipe VI asumió el trono en 2014, Zarzuela ha sido sinónimo de regeneración institucional. Uno de los pilares fundamentales de su reinado ha sido la voluntad de mostrar cada año cómo se gasta el dinero público que recibe la Familia Real. Con esta política, no solo se busca cumplir un deber ético, sino también alejarse de las prácticas del pasado que tanto dañaron la imagen de la Corona en los últimos años del reinado de Juan Carlos I.
1Zarzuela, pionera en transparencia fiscal entre las casas reales
Zarzuela ha sido la primera en dar pasos decididos hacia una fiscalidad transparente. Felipe VI y la reina Letizia presentan su declaración de la renta como cualquier otro ciudadano español. No existe obligación legal para que lo hagan público, pero su voluntad ha sido siempre la de someterse al mismo régimen fiscal que el resto del país. Es una medida que marca distancia con otras realezas y, en concreto, con la británica.
En el Reino Unido, aunque el rey Carlos III sí ha publicado balances de sus ingresos, el príncipe Guillermo ha optado por la vía contraria. Desde que asumió el título de Príncipe de Gales, ha evitado hacer pública la cantidad de impuestos que paga, a pesar de gestionar más de 30 millones de libras anuales provenientes del Ducado de Cornualles. Mientras tanto, Zarzuela publica no solo sus presupuestos, sino también la lista detallada de regalos recibidos por los miembros de la familia, con información sobre el emisor, el evento, la fecha y el destinatario.
