La semana acaba regular en la ciudad de Getafe. El caso de las 18 maestras de escuelas infantiles municipales, con décadas de servicio precario, que fueron cesadas por el Ayuntamiento ha vuelto a salir a la palestra informativa y social de esta ciudad del sur de Madrid.
Esta medida generó un conflicto que expone un patrón de abuso de temporalidad y promesas incumplidas por parte del gobierno local. La situación, lejos de resolverse, parece haberse enquistado en un laberinto de acusaciones y demandas judiciales. Un hecho que dejó uno ceses inesperados y en el aire décadas de dedicación.
Pero vamos a remontarnos al inicio de la historia cuando en marzo de 2024, 18 maestras de las escuelas infantiles de Getafe se vieron en la calle. No eran trabajadoras cualquiera, sino profesionales que durante más de dos décadas habían encadenado contratos temporales, cubriendo puestos estructurales sin que el consistorio convocara procesos selectivos. Una anomalía que las sumió en una situación de interinidad perpetua, calificable como abuso de temporalidad.
El cese, además de injusto para las afectadas, se produjo en un momento crítico del curso escolar, generando incertidumbre y desestabilizando a alumnos, familias y equipos docentes. Desde entonces, las maestras han intentado en vano obtener respuestas, solicitando reuniones con la alcaldesa y los responsables de Personal y Educación. La puerta, sin embargo, se ha mantenido cerrada.

PROMESAS ROTAS Y UN CONCUROS DE MÉRITOS PARALIZADO
La historia de este conflicto está plagada de compromisos incumplidos, según indica la parte perjudicada. En marzo de 2023, una moción plenaria instó al Ayuntamiento a buscar una solución. Las esperanzas se avivaron en noviembre de ese mismo año, cuando se anunció la intención de convocar 12 plazas por concurso de méritos antes de finalizar 2024, con la promesa verbal de encontrar una salida para todas las trabajadoras. Ninguna de estas medidas se materializó.
La situación dio un giro aún más complejo en febrero de 2025, cuando el Ayuntamiento anunció la paralización del concurso de méritos, a pesar de que ya había sido publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). La justificación oficial fue la existencia de demandas judiciales interpuestas por las propias maestras. Además, el consistorio las acusó de haber bloqueado la negociación, una acusación que ellas niegan rotundamente.

COACCIÓN, AGRAVIO COMPARATIVO Y EXIGENCIA DE JUSTICIA
Ante este escenario, las maestras decidieron alzar su voz en el Pleno municipal de marzo de 2025. Todo ello con un objetivo, denunciar la paralización del proceso y dejar constancia de la falta de voluntad real de diálogo por parte del Ayuntamiento. Durante su intervención, revelaron un hecho aún más grave, que en varios juicios, el abogado del Ayuntamiento habría advertido que continuar con las demandas perjudicaría sus posibilidades de estabilización. Una clara coacción a quienes ejercen su legítimo derecho a la defensa laboral.
Las maestras también señalaron un grave agravio comparativo. Fueron la única categoría profesional del Ayuntamiento que, pese a encontrarse en una situación de fraude de ley, no fue incluida en el proceso de estabilización por concurso de méritos, a diferencia del resto de la plantilla municipal. Una decisión que, a su juicio, vulnera los principios de igualdad, mérito y capacidad.
Además, recordaron que el PSOE incumplió uno de los acuerdos alcanzados con Más Madrid para la formación del Gobierno municipal, que incluía como compromiso la resolución de su situación laboral.
Por todo ello, las maestras exigen al Gobierno Municipal de Getafe que retome el diálogo, reactive el concurso de méritos y respete sus derechos como trabajadoras públicas que, durante años, han sido el pilar del sistema educativo municipal. Reclaman justicia, reparación y una solución definitiva que ponga fin a la situación vulnerable e injusta que han padecido durante más de un año.
Ahora queda por ver si será capaz el Ayuntamiento de Getafe de tender puentes y resolver este conflicto laboral que mantiene en vilo a 18 familias y a una parte importante de la comunidad educativa del municipio. Las próximas semanas serán claves para ello.