viernes, 4 julio 2025

Felipe VI sorprende al romper el protocolo por reencontrarse con una figura clave de su pasado

Felipe VI ha vuelto a acaparar titulares, esta vez no por un discurso solemne o por una reunión diplomática, sino por un gesto profundamente humano que ha roto, por completo, el rígido protocolo de la Casa Real. En plena semana de compromisos oficiales, el monarca protagonizó un emotivo reencuentro con una mujer fundamental en su historia personal y académica: Carmen Iglesias, actual directora de la Real Academia de la Historia y antigua profesora suya.

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En plena recepción en el Palacio de la Zarzuela, con motivo de la entrega del libro Felipe VI. Perfiles de un decenio (2014-2024), el monarca saludaba uno por uno a los asistentes cuando su rostro se iluminó inesperadamente. Entre los presentes, una figura familiar se acercaba con los brazos abiertos. Lejos de limitarse al habitual apretón de manos protocolario, Felipe VI rompió el guion establecido y se fundió en un afectuoso abrazo con Carmen Iglesias, dejando ver la enorme estima que siente por quien fue una de sus guías más influyentes en su etapa formativa.

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La relación de Felipe VI con Carmen Iglesias

Fuente: EuropaPress

Felipe VI no ha ocultado nunca la profunda admiración que siente por Carmen Iglesias. Fue ella quien le impartió clases de Historia Moderna y Filosofía Política durante sus años de juventud, cuando el entonces príncipe compaginaba sus estudios universitarios con su formación militar. Para el monarca, Iglesias representa no solo una fuente de conocimiento, sino también un ejemplo de rectitud y pensamiento crítico, valores que ha incorporado a su manera de reinar desde 2014.

El reencuentro en Zarzuela fue algo más que un saludo caluroso. Fue la representación de una conexión que ha perdurado a través del tiempo y de los cargos. Felipe VI, en un gesto inusual para un acto oficial, no dudó en expresarle su gratitud con dos besos y una sonrisa sincera, ignorando los protocolos que suelen regir este tipo de eventos. El abrazo con su antigua profesora no solo emocionó a los presentes, sino que también reafirmó la faceta más cercana y humana del monarca.

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