sábado, 5 julio 2025

Este hormigueo en manos y pies al despertar podría ser algo más que una mala postura

Esa sensación de hormigueo en las manos y los pies al despertar es una experiencia casi universal, la mayoría de las veces se atribuye a una mala postura durante el sueño, un nervio pinzado temporalmente que recupera su función con un poco de movimiento y paciencia. Lo asumimos como una anécdota matutina sin mayor importancia, un peaje por haber dormido en una posición extraña. Sin embargo, cuando este cosquilleo se convierte en un compañero de cama demasiado frecuente, cuando el entumecimiento persiste o se presenta sin una causa aparente, podría estar enviando una señal de advertencia que va mucho más allá de un simple brazo dormido. Es un lenguaje sutil del cuerpo que merece ser escuchado.

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Ignorar esta recurrencia es un error común que puede enmascarar la verdadera raíz del problema. Lejos de ser una simple molestia, este síntoma puede ser la primera manifestación de una neuropatía periférica, un trastorno que afecta a los nervios fuera del cerebro y la médula espinal. Esta condición no es una enfermedad en sí misma, sino el síntoma de una patología subyacente que podría requerir atención médica. Desde una diabetes que aún no ha sido diagnosticada hasta un déficit vitamínico o problemas circulatorios, ese hormigueo podría ser la punta del iceberg de una situación que conviene atajar cuanto antes para evitar daños mayores y permanentes en nuestro sistema nervioso.

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LA VITAMINA OLVIDADA: EL DÉFICIT DE B12 Y SU IMPACTO EN EL SISTEMA NERVIOSO

Fuente Pexels

No todo es diabetes. Otra causa sorprendentemente frecuente de hormigueo en manos y pies es la deficiencia de vitamina B12 (cobalamina). Esta vitamina juega un papel absolutamente crucial en la salud del sistema nervioso, ya que es esencial para el mantenimiento de la vaina de mielina que recubre y protege los nervios, permitiendo una transmisión rápida y eficaz de los impulsos eléctricos. Cuando hay un déficit de B12, esta capa protectora se degrada, dejando a los nervios «desprotegidos» y vulnerables al daño, lo que se traduce en los mismos síntomas de hormigueo y entumecimiento.

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Este déficit es más común de lo que se piensa, afectando especialmente a ciertos grupos de población. Los veganos y vegetarianos estrictos están en riesgo si no se suplementan adecuadamente, ya que la B12 se encuentra principalmente en alimentos de origen animal. También las personas mayores, debido a que su capacidad para absorber esta vitamina de los alimentos disminuye con la edad, y aquellos con enfermedades gastrointestinales como la celiaquía o la enfermedad de Crohn. La buena noticia es que, a diferencia de otras causas, un simple análisis de sangre puede detectar este déficit y su tratamiento, a través de suplementos o inyecciones, suele ser muy efectivo para revertir los síntomas si se coge a tiempo.

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