El agua siempre ha sido considerada la bebida por excelencia para mantener una buena hidratación. Desde pequeños nos han enseñado que es indispensable para el correcto funcionamiento del cuerpo humano, participando en funciones vitales como la digestión, la circulación y la regulación de la temperatura corporal. El gesto de beber agua está tan arraigado en nuestros hábitos diarios que muy pocos se cuestionan su supremacía entre las bebidas saludables.
Sin embargo, un reciente estudio científico ha abierto la puerta a una nueva reflexión. La Universidad de St. Andrews, en Escocia, ha analizado la respuesta del cuerpo humano a diferentes bebidas con el objetivo de determinar cuál hidrata mejor. Los resultados han sorprendido, ya que el agua, aunque esencial, no es necesariamente la mejor opción cuando se trata de mantener el cuerpo hidratado durante más tiempo.
2Las alternativas más eficaces para hidratarse

Entre las opciones que han demostrado un mayor poder hidratante que el agua, la leche destaca por su combinación de lactosa, proteína y grasa. Esta mezcla no solo ayuda a retener líquidos por más tiempo, sino que también aporta nutrientes esenciales al organismo. Le sigue de cerca el agua de coco, rica en potasio y otros electrolitos naturales que facilitan la recuperación tras el ejercicio físico o episodios de deshidratación.
Las infusiones sin cafeína, como el té de manzanilla o menta, también representan una alternativa válida al agua, ya que no tienen efectos diuréticos y aportan líquidos al cuerpo sin interferir con su equilibrio natural. En cuanto al agua con electrolitos, resulta ideal tras entrenamientos intensos, ya que ayuda a reponer minerales esenciales como sodio y magnesio.