El paisaje lunar que se extiende por una vasta región del sureste de Navarra es una de esas maravillas geográficas que, al pisarlas, te transportan instantáneamente fuera de este planeta. No es ciencia ficción, es la realidad palpable de las Bardenas Reales, un paraje semidesértico de belleza insólita que, con sus formas esculpidas por la erosión a lo largo de millones de años, ofrece una estampa que cuesta creer que esté en España. Este Parque Natural, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ha capturado la imaginación de propios y extraños, sirviendo incluso como telón de fondo para producciones internacionales que buscaban precisamente esa atmósfera extraterrestre sin salir de la Tierra.
La particularidad de este territorio, donde la arcilla, la caliza y el yeso se combinan para formar relieves caprichosos como cabezas de cerro y barrancos profundos, te invita a la exploración y a la contemplación silenciosa. Cada rincón de las Bardenas cuenta una historia geológica escrita en sus estratos rocosos, una lección magistral sobre el poder transformador de la naturaleza que te absorbe por completo, dejando una huella imborrable en la memoria.
DONDE LA TIERRA SUSURRA HISTORIAS CÓSMICAS
Adentrarse en las Bardenas Reales es como desembarcar en un mundo diferente, un lienzo ocre y rojizo salpicado de formaciones que desafían la lógica terrestre. El silencio es casi absoluto, roto solo por el silbido del viento al pasar entre las rocas, creando una atmósfera de introspección y asombro ante la inmensidad y la singularidad de este entorno.
Las cárcavas, esas hendiduras profundas y empinadas excavadas por el agua de lluvia sobre el terreno blando, dibujan patrones complejos que, vistos desde la distancia o en un plano aéreo, refuerzan la sensación de estar sobre suelo marciano. Es un paisaje que muta con la luz del día, ofreciendo perspectivas y colores nuevos a cada hora, invitando a perderse (con precaución y siguiendo las rutas establecidas, por supuesto) en sus vericuetos y rincones ocultos.
SECRETOS TALLADOS EN ARCILLA Y YESO: LA GEOLOGÍA DE UN UNIVERSO PARALELO
La génesis de este peculiar paisaje lunar se remonta a millones de años, cuando esta zona era una gran cuenca sedimentaria cubierta por agua. Con el tiempo, los sedimentos arrastrados por ríos y arroyos se fueron depositando, creando capas y estratos de diferentes materiales. Posteriormente, el levantamiento de los Pirineos y la retirada de las aguas dejaron al descubierto estos depósitos.
Es la erosión, principalmente la causada por el agua de lluvia y el viento, la que ha modelado la forma actual de las Bardenas. Al actuar sobre los distintos materiales –más blandos como la arcilla y más duros como la caliza–, el agua ha excavado los barrancos y ha dejado en pie las formaciones más resistentes, dando lugar a las icónicas cabezas o ‘cabezos’ que puntean el horizonte. Este proceso, lento pero implacable, sigue activo hoy en día, transformando constantemente este vivo paisaje lunar.
DEL TRONO DE HIERRO AL DESIERTO DOTHRAKI: UN PAISAJE DE CINE
La belleza dramática y singular de las Bardenas no pasó desapercibida para los productores de una de las series más exitosas de la historia. Buscando localizaciones que se ajustaran a la descripción de los vastos y desolados territorios del Mar Dothraki, encontraron en este rincón navarro el escenario perfecto, uno que evocaba la sensación de un mundo inhóspito y grandioso, ideal para las hordas a caballo.
Varias escenas clave de la sexta temporada de ‘Juego de Tronos’ fueron filmadas aquí, aprovechando al máximo el paisaje lunar y sus formaciones rocosas como telón de fondo. La secuencia en la que Daenerys Targaryen es capturada por un khalasar Dothraki y camina por este desierto, mostrando la inmensidad y la crudeza del lugar, es una de las más recordadas y la que catapultó la fama internacional de las Bardenas Reales. Fue un reconocimiento global a la espectacularidad de este paisaje lunar patrio.
GUARDIANES DE UN ECOSISTEMA ÚNICO: FLORA Y FAUNA EN LA DESOLACIÓN AParente
A pesar de su apariencia árida y desolada, las Bardenas Reales albergan un ecosistema sorprendentemente rico y adaptado a las duras condiciones semidesérticas. La vegetación, aunque dispersa, incluye especies resistentes como el romero, el tomillo o la pita, que se aferran al terreno y sobreviven a la escasez de agua. Estos matorrales bajos y hierbas aromáticas contribuyen a la paleta de colores y olores del parque, especialmente en primavera.
La fauna también encuentra su hogar en este peculiar paisaje lunar. Las rapaces, como el buitre leonado, el alimoche o el águila real, planean sobre los barrancos aprovechando las corrientes térmicas, haciendo de las Bardenas un lugar privilegiado para la observación de aves. También habitan mamíferos como el jabalí, el zorro o el conejo, y reptiles como diversas especies de lagartos y culebras, demostrando la capacidad de la vida para prosperar incluso en los entornos más extremos de este paisaje lunar.
EL VIAJE A OTRA GALAXIA: CÓMO EXPLORAR ESTE RINCÓN MÁGICO
Visitar las Bardenas Reales es una experiencia que requiere planificación y respeto por el entorno, un auténtico paisaje lunar que debemos preservar. Existen rutas señalizadas para vehículos a motor, bicicletas y senderistas, que permiten explorar las zonas más emblemáticas y seguras del parque, garantizando una inmersión controlada en este paraje sin poner en riesgo su frágil equilibrio ni la seguridad del visitante.
Los puntos más icónicos, como el Castildetierra, esa formación rocosa aislada con forma de chimenea, son fácilmente accesibles y ofrecen estampas que parecen sacadas de postales de otros planetas, donde se rodó Juego de Tronos, se fue convirtiendo la visita en una secuencia de descubrimientos visuales que se graban a fuego en la retina. Es un viaje fascinante, una oportunidad única de sentir la vastedad y la singularidad de un paisaje lunar auténtico sin salir de España, un lugar que te recuerda la increíble diversidad que esconde nuestro propio planeta. Este paisaje lunar, reconocido incluso por el cine, sigue esperando a ser descubierto por quienes anhelan una aventura diferente, un reencuentro con la naturaleza en su versión más salvaje y asombrosa, un paisaje lunar único en Europa, un paisaje lunar que es patrimonio de todos.