martes, 8 julio 2025

¿Por qué tienes antojo de chocolate antes de la regla? La respuesta está en tus hormonas

El irresistible antojo de chocolate que asalta a muchas mujeres justo antes de la regla no es un mito ni una simple debilidad golosa; tiene una explicación científica profundamente ligada a los vaivenes hormonales de ese ciclo mensual que marca tantas facetas de la vida. Esa necesidad casi incontrolable de una onza, una tableta o cualquier derivado del cacao parece una señal inequívoca del cuerpo pidiendo algo concreto, algo que quizá la naturaleza, con su sabiduría ancestral, ha dispuesto para mitigar ciertos efectos de esa fase. No se trata solo de un capricho pasajero, sino de una respuesta fisiológica compleja.

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Detrás de este fenómeno tan extendido se esconden sutiles pero significativos cambios en la química cerebral y corporal, particularmente en los niveles de neurotransmisores como la serotonina y minerales esenciales como el magnesio. Estas sustancias juegan papeles cruciales en el estado de ánimo, el bienestar y la función muscular, y su descenso premenstrual podría ser el detonante de que el cuerpo busque compensación en alimentos específicos, señalando al chocolate como un candidato perfecto por su composición.

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EL CICLO HORMONAL Y SU IMPACTO OCULTO

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El ciclo menstrual es un ballet orquestado por las hormonas, una danza compleja que va mucho más allá de la preparación del útero. En la fase lútea, que precede a la menstruación, los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan de manera significativa, y esta variación hormonal tiene un efecto cascada sobre otros sistemas del cuerpo, incluido el nervioso central y el equilibrio de ciertos minerales. No es raro que estos cambios se traduzcan en alteraciones del estado de ánimo, fatiga o esos antojos tan característicos que, casualmente, suelen apuntar hacia alimentos ricos en carbohidratos o grasas.

Uno de los protagonistas silenciosos de este periodo es la serotonina, a menudo llamada la «hormona de la felicidad» o el neurotransmisor del bienestar. Sus niveles tienden a disminuir en los días previos a la regla, lo que puede explicar por qué tantas mujeres experimentan una sensación de decaimiento, irritabilidad o incluso tristeza en esta fase del ciclo. El cuerpo, en su intento por restablecer el equilibrio químico cerebral, parece generar una señal para consumir aquello que pueda favorecer la síntesis de serotonina, o al menos, proporcionar un placer momentáneo que contrarreste la sensación de malestar.

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