Pedro Antonio Marín Alba, ex administrador único de Villafuel, empresas en el centro del Caso Hidrocarburos, ha declarado hoy en el Juzgado Central de Instrucción 2 de la Audiencia Nacional para admitir que él mismo gestionó la licencia de operador de hidrocarburos de Villafuel con el Ministerio de Transición Ecológica bajo la tutela entonces de Teresa Ribera. Además, ha dicho que se encontró con el empresario Víctor de Aldama una sola vez en Bilbao.
Pedro Marín ha contestado al juez, al fiscal, a la Abogacía del Estado y a su propia defensa. Durante su declaración ha admitido que él gestionó la licencia de hidrocarburos de Villafuel con el Ministerio de Transición Ecológica y ha defendido que «todo se hizo de forma legal».
Marín ha declarado que él trabajaba en Villafuel y que actuaba conforme a su puesto como administrador de la sociedad, cobrando un sueldo, siguiendo «órdenes de la propiedad» y haciendo todo conforme era indicado por las consultoras KPMG, Andersen y otras firmas contratadas por Villafuel, para «garantizar que la actividad de la empresa cumplía con lo exigido por la ley».
El ex administrador de Villafuel Ha afirmado que coincidió con Aldama una vez en Bilbao en una visita que hizo para explorar la compra de unos depósitos de combustible. También ha dicho que recibió una llamada telefónica de Koldo García en la que el ex asesor ministerial le pedía que «dejaran de insistir en conseguir la licencia de operador de hidrocarburos».
Sobre su relación con «la propiedad« de Villafuel ha explicado que entró en contacto con Claudio Rivas, considerado junto a Aldama los cerebros de la operativa el supuesto fraude a través de una persona cuya identidad no ha revelado y que, pasado un tiempo en la empresa, Rivas le dijo que su interlocutora, como nueva propietaria y CEO de Villafuel, pasaría a ser María Luisa Rivas, hermana de Claudio y también imputada en la causa.
Desde entonces fue María Luisa Rivas quien pasó a ser directora de la compañía y la persona que le daba instrucciones sobre cuál debía ser su trabajo.
La empresa Villafuel SL arrancaba su actividad en 2020, de la mano de los empresarios Claudio Rivas Ruiz-Capillas y su hermana María Luisa, que entonces era apoderada de la sociedad. No sería hasta noviembre del año 2020 cuando nombraron a Pedro Antonio Marín Alba como administrador único de la sociedad quien, presuntamente dirigía otras cinco sociedades más en el sector. Es decir, era experto en el negocio de los hidrocarburos.
Marín ha negado conocer nada en absoluto del supuesto fraude de 180 millones de euros a la Hacienda Pública por parte de la empresa en la que trabajaba y ha declinado cualquier responsabilidad en esa trama.