miércoles, 9 julio 2025

Madrid tiene su propio ‘Triángulo de las Bermudas’ y pocos conocen sus leyendas negras

El misterio siempre ha rondado ciertos rincones de la capital española, especialmente cuando se trata de zonas históricas que han sido testigos de siglos de acontecimientos. Madrid esconde en pleno centro histórico un peculiar enclave que algunos han bautizado como el ‘Triángulo de las Bermudas madrileño’, un espacio geométrico invisible que conecta la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y la Plaza de la Villa, formando un triángulo perfecto donde han sucedido algunos de los hechos más inquietantes y menos explicables de la historia de la ciudad.

Publicidad

Lo que para la mayoría de turistas y visitantes constituye simplemente una zona monumental de obligada visita, para los conocedores de la historia oculta de la capital representa un enclave de energías inexplicables y sucesos paranormales. Las calles empedradas que conforman este triángulo han sido escenario de ejecuciones públicas, conspiraciones palaciegas y leyendas que se han transmitido durante generaciones, configurando un mapa del terror urbano que permanece invisible a los ojos de quienes pasean diariamente por estas zonas sin conocer el macabro pasado que esconden bajo sus adoquines centenarios.

4
LAS COINCIDENCIAS MATEMÁTICAS DEL TRIÁNGULO MALDITO DE MADRID

Fuente Pexels

Lo que para muchos podría ser simple casualidad, para los estudiosos de lo paranormal constituye una evidencia de las energías telúricas que confluyen en este espacio urbano. Las mediciones geométricas realizadas entre los tres vértices del triángulo (Plaza Mayor, Puerta del Sol y Plaza de la Villa) revelan proporciones matemáticas perfectas que recuerdan a otros enclaves misteriosos distribuidos por el planeta, desde las pirámides egipcias hasta los monolitos de Stonehenge, sugiriendo un conocimiento arquitectónico ancestral que podría haber influido en la planificación urbanística de Madrid durante los siglos XVI y XVII.

Investigadores de fenómenos paranormales han detectado además alteraciones electromagnéticas significativas en determinados puntos de este triángulo, especialmente durante los solsticios y equinoccios. Estas anomalías, registradas con equipos especializados y documentadas en diversos estudios no convencionales, coinciden curiosamente con los emplazamientos donde la historia documenta sucesos especialmente traumáticos o violentos, como si el propio tejido espacio-temporal de Madrid hubiera quedado marcado por la intensidad emocional de esos acontecimientos pasados que se niegan a desvanecerse por completo.

Publicidad
Publicidad