Ignacio Zaldívar García, subdirector de Gestión Administrativa de ADIF en febrero de 2019 cuando Ineco contrató a Jéssica Rodríguez, entonces pareja del ex ministro José Luis Ábalos, declaró ante el tribunal que investiga esta contratación el pasado 24 de junio que «Isabel Pardo de Vera me convocó a su despacho para decirme que el ministro le había llamado para decirle que estaban molestando a Jéssica en Ineco». Luego preguntó en Ineco y averiguó que llamaban a Jéssica Rodríguez solo para hacerle llegar unos «cheques comida». «Se lo comenté a Isabel y me olvidé del tema», explicó Zaldívar. Pero no fue la única vez, cuando Jéssica comenzó a trabajar en Tragsatec «ocurrió algo similar y se lo hice llegar a Tragsatec, luego me olvidé», explicó el testigo.
Zaldívar fue uno de los tres testigos convocados aquel día relacionados con la contratación de Jéssica Rodríquez que trató de explicar el desempeño laboral tanto en Ineco como en Tragsatec de la ex pareja de Ábalos. El testigo relató durante 20 minutos cómo conoció a Rodríguez, a la que calificó de «altiva y no cordial».
También dijo que tras la primera llamada de Pardo de Vera al despacho para comentarle el malestar de Jéssica en Ineco, transmitido a través del ministro Ábalos, «tuve consciencia de que esta persona tenía vínculo directamente con el ministro, pero sin ir más lejos». Durante su declaración explicó con detalle que «durante el contrato en Ineco Isabel Pardo me llamó a su despacho y me dijo que la había llamado el ministro diciendo que Jéssica estaba molesta porque la molestaban desde Ineco. En Ineco me dijeron que la buscaban para entregarle unos «cheques comida». Se lo comenté a Isabel y me olvidé del tema».
No sería la última vez, ya que Zaldívar contó que cuando Jéssica Rodríguez trabajó en Tragsatec, la segunda empresa pública donde fue contratada, «Isabel me volvió a llamar y otra vez el ministro le había llamado porque la estaban acosando o molestando. Le hice llegar a Tragsatec «qué está pasando con esta persona, me ha dicho la presidenta que estáis molestando a Jéssica»».
Cuando el fiscal comenzó su interrogatorio sobre la orden para contratar a Jéssica Rodríguez inmediatamente el testigo dijo que «pudo ser alguien de rango superior al mío con poderes para ello» y por encima de él sólo estaban los directores generales y el director de gabinete de la presidenta de ADIF, Isabel Pardo, que era jefe directo de Zaldívar, Raúl Míguez Bailo.
Pero el contrato de Rodríguez en Ineco, entre febrero de 2019 y febrero de 2021, se acababa y Zaldívar siguió los cauces habituales cuando esto ocurre con el personal contratado en Ineco: «en noviembre de 2020 Ineco comunica a Tragsatec las personas que cumplen contrato por si les interesa. Recuerdo que la llamé para pedirle el currículum actualizado. Se lo tuve que pedir por correo electrónico. Creo recordar que eran 5 perfiles los que cumplían en febrero y ella comenzó a trabajar el 2 de marzo de 2021 en Tragsatec». El testigo también dio el nombre de la funcionaria encargada en Tragsatec de recibir los currículum de los aspirantes.
Luego, a preguntas de la acusación popular, Zaldívar volvió a reiterar que el responsable de contratación de Jéssica Rodríguez debió ser «alguien jerárquicamente superior a mi, debió pedir la contratación de esta persona» y añadió que gestiona habitualmente a unas 300 personas «y para el encargo de ADIF eran un centenar.
El abogado de la acusación popular le preguntó que si tenía tan mala experiencia con Jéssica porque pasó su currículum a Tragsatec y Zaldívar explicó que «yo no juzgo su trabajo, otra cosa es la personalidad, no es cordial y sí altiva, pero esa cosa es su desempeño laboral».
JÉSSICA FUE PAREJA DE ÁBALOS
Hay que recordar que Jéssica Rodríguez, ex pareja sentimental del ex ministro José Luis Ábalos, quedó en segunda posición en el proceso de selección de la empresa Tragsatec al que concurrió junto a otros 176 aspirantes. La oferta de trabajo temporal de 3 meses se abrió el 1 de febrero de 2021 y 177 personas solicitaron el puesto, pero sólo 9 cumplían los requisitos y de ellas solo 2 superaron todas las pruebas, entre ellas Jésica Rodríguez que accedió con una valoración de 52 puntos por debajo de la primera plaza, que obtuvo 53.

Jéssica Rodríguez suscribió un contrato con Tragsatec (Tecnologías y Servicios Agrarios SA), una de las empresas del Estado adscrita al ministerio de Transportes. Se incorporó el 2 de marzo de 2021 y cesó el 1 de septiembre de ese mismo año. La convocatoria se había publicado solo un mes antes y a la misma acudieron 177 personas. Finalmente Tragsatec sólo contrato a dos personas y una de ellas fue Jéssica.
El informe enviado al Supremo recogía que «según consta en dicho contrato de trabajo, las actividades profesionales encomendadas a doña Jéssica Rodríguez García consistieron, de acuerdo con su titulación, en refuerzo y apoyo en tareas administrativas de análisis, control y tramitación de documentación administrativa, manejo de aplicaciones de gestión documental y gestión contable, dentro del encargo denominado «Servicio de asistencia para el apoyo a la Gestión Presupuestaria, control sistemático de expedientes administrativos y soporte técnico en ADIF Alta Velocidad para el período 2019-2021″».
Las funciones básicas de la ex pareja de Ábalos fueron «el análisis, control y tramitación de documentación administrativa, así como el manejo de aplicaciones de gestión documental y gestión contable, encontrándose la trabajadora adscrita a la Presidencia de ADIF». Es decir, que Jésica Rodríguez era personal laboral temporal adscrita a la Presidencia de Isabel Pardo de Vera, aunque ésta ya dijo en su comparecencia desconocer absolutamente los entresijos de ese contrato.

Tragsatec también añadía que «las instrucciones sobre los concretos trabajos a desarrollar las recibía la trabajadora del correspondiente personal de ADIF, atendiendo al objeto del encargo, puesto que la prestación de los servicios se efectuaba en las respectivas dependencias de esa entidad». En este extremo también hay un desencuentro pues la propia Jésica Rodríguez dijo en el Tribunal Supremo, donde acudió como testigo y por tanto no podía mentir, que nunca acudió a trabajar a ningún puesto, excepto el primer día que fue a Ineco a recoger un equipo informático.
Luego Tragsatec aclara que «en relación con esta cuestión también se indica que se encuentra actualmente abierto un procedimiento de investigación interna, aún no concluido». Es decir, que todavía no saben si Jésica iba a trabajar o no. La mujer cobraba un sueldo mileurista, según dijo en su declaración judicial.
Durante su declaración judicial ante el Supremo Jéssica Rodríguez señaló gráficamente que «no hizo nada» durante los aproximadamente dos años de relación laboral en Ineco y que tampoco tuvo actividad profesional alguna durante los seis meses que duró su contrato con Tragsatec, algo que la propia empresa es todavía incapaz de explicar con certeza.