La tecnología contactless ha transformado la manera en que pagamos en nuestro día a día, convirtiendo un gesto tan simple como acercar una tarjeta a un terminal en la forma más rápida y cómoda de realizar compras. Sin embargo, esta misma sencillez que tanto valoramos se ha convertido en una puerta de entrada para una nueva estirpe de ladrones que operan con una sutileza aterradora. Lejos de los tirones y los hurtos tradicionales, estos delincuentes actúan en las aglomeraciones del metro o del autobús sin que nos demos cuenta, utilizando dispositivos portátiles para vaciarnos los bolsillos a distancia y sin dejar más rastro que un pequeño cargo en nuestra cuenta bancaria.
Este método de robo, que parece sacado de una película de espías, es una amenaza real y cada vez más extendida en las grandes ciudades españolas. El delincuente no necesita tocarte, no necesita ver tu tarjeta ni mucho menos conocer tu número PIN. Le basta con estar lo suficientemente cerca de ti durante unos segundos, aprovechando el inevitable roce en un vagón abarrotado a primera hora de la mañana. La víctima sigue su camino ajena a todo, mientras el ladrón ya ha conseguido su botín. Es un crimen casi perfecto, silencioso y que aprovecha la confianza que hemos depositado en la tecnología contactless para operar con total impunidad.
5YA ES TARDE, ME HAN ROBADO: PASOS A SEGUIR TRAS EL GOLPE

Dado que es un robo silencioso, es muy probable que la víctima solo se dé cuenta del fraude días o incluso semanas después, al revisar los movimientos de su cuenta bancaria. Por ello, el primer y más importante paso es adquirir el hábito de revisar los extractos bancarios con regularidad, al menos una vez por semana. Si detectas un cargo de un comercio que no reconoces, por pequeño que sea el importe, debes actuar de inmediato. Es fundamental prestar especial atención a los cargos de bajo importe de origen desconocido, ya que son la señal de alarma inequívoca de que has podido ser víctima de este tipo de robo.
En cuanto identifiques una transacción sospechosa, lo primero que debes hacer es contactar con tu entidad bancaria para informar del fraude y solicitar la cancelación inmediata de esa tarjeta contactless. El banco iniciará una investigación y, en la mayoría de los casos, te devolverá el importe sustraído, ya que las normativas protegen al consumidor frente a operaciones no autorizadas. El segundo paso es presentar una denuncia ante la Policía Nacional o la Guardia Civil, aportando todos los datos de la operación fraudulenta. Aunque el importe sea pequeño, denunciar es fundamental para que las autoridades puedan investigar y desarticular estas redes, ayudando a prevenir que otras personas sufran el mismo tipo de estafa.