El metabolismo puede empezar a funcionar diferente a partir de los 40 años; el peso se gana con más facilidad, cuesta más perderlo y los niveles de energía parecen disminuir sin explicación aparente. El cuerpo deja de responder igual y comienza a ralentizarse de forma natural con la edad, lo que afecta directamente al funcionamiento del organismo, la quema de calorías y la manera en la que el cuerpo utiliza los nutrientes. Pero, aunque el cambio es real, también es reversible en buena parte.
Lo interesante es que activar el metabolismo no siempre requiere cambios drásticos ni entrenamientos extremos. Según distintos estudios y recomendaciones de expertos en salud y nutrición, existe un hábito sencillo, al alcance de todos, que puede marcar una gran diferencia: mantener una rutina diaria de fuerza muscular moderada. A continuación te explicamos cómo funciona este proceso y por qué puede convertirse en tu mejor aliado tras cumplir los 40.
3La importancia del descanso nocturno para un buen metabolismo

Uno de los factores más ignorados, pero profundamente ligados al metabolismo, es el descanso. Dormir menos de lo necesario o tener un sueño de mala calidad desajusta las hormonas que regulan el apetito, como la leptina y la grelina, lo que puede llevar a comer más durante el día. Además, el cuerpo interpreta la falta de descanso como una señal de estrés, aumentando el cortisol, lo cual también ralentiza el metabolismo.
Cuidar la higiene del sueño, acostándose a la misma hora, evitando pantallas antes de dormir y procurando un ambiente oscuro y silencioso, se favorece un descanso profundo y reparador. El metabolismo, cuando el cuerpo descansa bien, se regula, mejora su eficiencia y se mantiene activo durante más horas del día. Dormir bien no es solo cuestión de energía, es también uno de los pilares para mantener el metabolismo ágil después de los 40.