Entre tantos lugares para visitar y conocer otros aires del mundo, existe un destino turístico que podría desaparecer bajo la inmensidad del océano Pacífico. Se trata de Tuvalu, que escribe uno de los capítulos más tristes y poco conocidos de la historia moderna. Resulta que este país insular pierde cada año un trozo de tierra ante el avance del mar. Incluso, se habla sobre un futuro sin Tuvalu y que podría pasar de ser un paraíso al nuevo Atlantis.
Mientras que este país es desapercibido, la mayoría de los turistas eligen otros destinos más populares como las Maldivas, Bali o Tailandia. Este escenario es alarmante, ya que apenas 11.000 habitantes que residen en Tuvalu, una cifra que no llenaría ni un estadio de fútbol. Pero, lo que más alerta es la poca afluencia de visitas al año, donde una buena temporada puede reducirse a solo 3.000 viajeros.
3UN PAÍS DONDE SE VIVE SIN PRISAS

En Tuvalu, la vida se mueve a otro ritmo, porque no hay a dónde correr. Un claro ejemplo de ello es su cárcel que parece sacada de otros tiempos. En este lugar no existen los barrotes ni vigilantes atentos para reprimir con agresividad, no, eso allí no existe; ya que en este país insular, la seguridad se maneja más desde la confianza que por el peso de la ley.
Y es que básicamente es una raya en el extenso océano Pacífico, donde todos se conocen, por lo que los delitos son mínimos y la convivencia es, en general, muy pacífica. En este destino turístico no existen las prisas, las soluciones surgieron desde la resiliencia, donde su economía gira en torno a la pesca y la agricultura local, claro está, con la ayuda del exterior. Y aunque Australia ha ofrecido refugio para reubicar a los tuvaluanos, muchos decidieron quedarse, porque no es un tema de poseer una tierra, ellos lo hacen desde la identidad.