lunes, 14 julio 2025

El sencillo test del reloj que los neurólogos usan para la detección precoz del alzhéimer y que ahora puedes hacer en tu casa

Adentrarse en el universo del deterioro cognitivo siempre genera una punzada de inquietud, especialmente cuando pensamos en enfermedades como el alzhéimer. Sin embargo, la ciencia y la práctica clínica nos brindan herramientas cada vez más accesibles para intentar anticiparnos, o al menos identificar señales de alerta temprana que justifiquen una consulta profesional. Una de esas herramientas, sorprendentemente simple en su ejecución pero profunda en la información que revela, es el llamado test del reloj. Neurólogos y otros especialistas llevan décadas utilizándolo en consulta por su capacidad para evaluar diversas funciones cerebrales clave afectadas por el alzhéimer y otras demencias.

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La relevancia de este sencillo test del reloj, la Prueba del Dibujo del Reloj formalmente conocida, radica precisamente en esa dualidad: es una tarea que cualquiera puede intentar realizar, pero su correcta ejecución demanda una compleja interacción de habilidades cognitivas. Desde la comprensión verbal de la instrucción hasta la planificación motora para plasmar un círculo, los números y las manecillas en el lugar correcto, pasando por la memoria visual y la orientación espacial, cada trazo y cada número colocado (o no colocado) ofrece pistas valiosísimas sobre el estado de nuestras capacidades cerebrales. Es por ello que, aunque siempre se recomienda la interpretación por parte de un profesional, conocer en qué consiste y cómo realizarlo en casa puede ser un primer paso útil para quien tenga sospechas o simplemente quiera tener una referencia.

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UN TRAZO, UN MUNDO DE INFORMACIÓN NEUROLÓGICA

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A simple vista, dibujar un reloj y marcar una hora concreta, como las once y diez, parece una tarea trivial que cualquiera con un mínimo de destreza manual podría completar sin dificultad. No obstante, para el cerebro, especialmente para áreas implicadas en la planificación, la organización y la percepción visoespacial, esta acción representa un desafío significativo. Un test del reloj bien ejecutado implica recordar la forma circular de la esfera, distribuir correctamente los doce números en sus posiciones horarias y colocar las manecillas con la proporción y orientación adecuadas para indicar la hora solicitada.

Los errores en el test del reloj pueden ser muy reveladores para un profesional. Saltarse números, colocarlos fuera de orden o apilados en un lado de la esfera, dibujar un círculo deforme o tener dificultades para situar las manecillas de forma que marquen la hora indicada, son indicios que pueden apuntar a déficits en funciones cognitivas específicas. Este test es, por tanto, una ventana a la arquitectura funcional de nuestro cerebro, permitiendo observar cómo se coordinan distintas áreas para llevar a cabo una tarea aparentemente sencilla, pero que requiere una integración compleja.

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