La notificación de que una contraseña tuya ha aparecido en una filtración de datos es uno de los avisos más inquietantes que podemos recibir en nuestra vida digital. Ese pequeño mensaje, cortesía de Google, aparece de repente en nuestra pantalla y congela la sangre, transformando la confianza que depositamos en nuestras credenciales en una sensación de vulnerabilidad absoluta. Es el equivalente a que alguien nos diga que una copia de la llave de nuestra casa está circulando por ahí, en manos desconocidas y con intenciones inciertas. De repente, esa combinación secreta que protege nuestros correos, fotos y datos bancarios se ha convertido en un riesgo latente.
Lo más alarmante es que este agujero negro de seguridad es mucho más común de lo que imaginamos y la mayoría de usuarios no sabe cómo reaccionar ante este aviso, quedándose paralizados o, peor aún, ignorándolo. No se trata de un fallo de seguridad de Google, sino de una advertencia sobre nuestra propia higiene digital. La alerta es, en realidad, una oportunidad de oro para tomar el control, una llamada de atención para que revisemos y fortifiquemos nuestras defensas antes de que sea demasiado tarde. Actuar con rapidez y conocimiento no solo soluciona el problema inmediato, sino que nos enseña a navegar de forma mucho más segura por la telaraña digital.
2GOOGLE AL RESCATE: CÓMO USAR EL ‘PASSWORD CHECKUP’ PARA HACER UN DIAGNÓSTICO DE TU SEGURIDAD

Afortunadamente, Google no solo da la voz de alarma, sino que también proporciona la herramienta para solucionar el desastre. Se llama ‘Revisión de contraseñas’ o ‘Password Checkup’ y es un apartado dentro de la gestión de tu cuenta de Google. Para acceder, solo tienes que ir a la configuración de tu cuenta, buscar la sección de ‘Seguridad’ y entrar en el ‘Administrador de contraseñas’. Allí, encontrarás un botón que te invita a revisar la seguridad de las claves que tienes guardadas, iniciando un análisis completo y detallado de todas tus credenciales almacenadas en el ecosistema de Google.
El informe que genera esta herramienta es un diagnóstico claro y directo de tu salud digital. Clasifica tus problemas en tres categorías de riesgo: contraseñas vulneradas (las que han aparecido en filtraciones), contraseñas reutilizadas (la misma contraseña usada en varios sitios) y contraseñas poco seguras (demasiado cortas, sencillas o fáciles de adivinar). Junto a cada problema, la herramienta te ofrece un enlace directo para ir a la web afectada y cambiar la contraseña de inmediato, facilitando enormemente un proceso que de otro modo sería increíblemente tedioso y que muchos usuarios abandonarían por pereza o desconocimiento.