viernes, 18 julio 2025

El error en la factura de la luz que te puede estar costando 100€ al año y que puedes cambiar con una llamada

El error en la factura de la luz que te puede estar costando 100€ al año y que puedes cambiar con una llamada es una realidad para miles de hogares en España. Muchos consumidores pagan mes a mes un sobrecoste innecesario, un gasto fijo que se cuela en el recibo sin que la mayoría sea consciente de su origen o de cómo atajarlo, y que engorda el importe final de manera silenciosa pero constante. Este desembolso fantasma no tiene que ver con el consumo de energía, sino con un aspecto técnico del contrato que, afortunadamente, tiene una solución más sencilla de lo que parece y no requiere de obras ni de cambios drásticos en nuestros hábitos cotidianos.

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El quid de la cuestión reside en un concepto que todos vemos pero pocos entienden por completo. La solución no requiere de complicadas gestiones ni de conocimientos técnicos avanzados, sino de una simple revisión de uno de los conceptos fijos del contrato eléctrico, una gestión que está al alcance de cualquiera y que puede realizarse con una única llamada telefónica. Entender este pequeño detalle y actuar en consecuencia puede suponer un alivio considerable para el bolsillo a final de año, optimizando un contrato que, en muchos casos, está desactualizado y no se corresponde con las necesidades reales de la vivienda y sus ocupantes actuales.

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EL INQUILINO SILENCIOSO DE TU CONTADOR: ¿QUÉ ES LA POTENCIA CONTRATADA?

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En el complejo desglose de la factura de la luz, existe un término fijo que pagamos religiosamente cada mes: la potencia contratada. Este concepto, que a menudo se confunde con la energía que gastamos, determina el número de electrodomésticos que podemos tener funcionando al mismo tiempo sin que salte el Interruptor de Control de Potencia (ICP), y su coste se abona siempre, se consuma electricidad o no. Funciona como una especie de tarifa plana por tener disponible un determinado caudal de electricidad simultánea en nuestro hogar, un seguro para evitar que la instalación se sobrecargue y nos quedemos a oscuras en el momento más inoportuno.

El problema fundamental es que una gran parte de los hogares españoles tiene contratada una potencia superior a la que verdaderamente necesita. Esta situación es más común de lo que parece, heredada en muchos casos de antiguos inquilinos o de una época en la que los electrodomésticos eran menos eficientes, lo que provoca un desajuste que impacta directamente en cada factura de la luz que llega al buzón. Es un coste hundido, un remanente de necesidades pasadas que seguimos sufragando en el presente sin obtener ningún beneficio a cambio, simplemente por desconocimiento o por la inercia de no revisar las condiciones del suministro.

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